Manifestación en Pamplona en protesta por la crisis de refugiados en Europa. (MIKEL SAIZ)
Manifestación en Pamplona en protesta por la crisis de refugiados en Europa. (MIKEL SAIZ)

Desde el Caso Lisa pasando por el Brexit, la maquinaria propagandística de Putin intenta dividir Europa, dice en una nota de Bloomberg, publicada por Insider Pro.

Fue el tipo de crimen que deja una profunda impresión, la violación en grupo de una chica rusa de 13 años por parte de tres inmigrantes en Alemania.

Los primeros informes movilizaron a la diáspora rusa, sacando a decenas de miles de personas a las calles para protestar por la política de puertas abiertas de la canciller Angela Merkel.

El problema es que la agresión nunca ocurrió. La policía llegó rápidamente a la conclusión de que solo fue el cuento de una adolescente. Los funcionarios alemanes dicen que la controversia – conocida como el «Caso Lisa» – fue generada por la maquinaria propagandística del presidente Vladimir Putin para debilitar a Merkel en el período previo a las elecciones regionales del mes pasado, lo que resultó en pérdidas importantes para su partido.

La preocupación ahora en Berlín, Bruselas y más allá es que con Gran Bretaña lista para un referéndum histórico sobre su pertenencia a la Unión Europea, y los votos nacionales en Francia y Alemania el próximo año, Putin intensificará sus esfuerzos para dividir el bloque de 28 miembros. Rusia está empezando a hacer un arma de los procesos electorales en Europa», ha declarado Joerg Forbrig, director de programa principal de la German Marshall Fund de EE. UU. en Berlín. «El Caso Lisa fue realmente esclarecedor”.

El alcance del Kremlin

La mo­vi­li­za­ción en Ale­ma­nia mues­tra un al­can­ce por parte del Krem­lin en el fun­cio­na­mien­to po­lí­ti­co de la mayor eco­no­mía de Eu­ro­pa, que va mucho más allá de las no­va­ta­das po­lí­ti­cas fre­cuen­tes lle­va­das a cabo por sus armas me­diá­ti­cas de habla in­gle­sa, la ca­de­na rusa RT y el ser­vi­cio de no­ti­cias Sput­nik.

EL mi­nis­tro de Asun­tos Ex­te­rio­res de Putin, Ser­gei La­vrov, rom­pió con la con­ven­ción di­plo­má­ti­ca a fi­na­les de enero, para acu­sar a Ale­ma­nia de en­cu­brir el Caso Lisa. Esto in­dig­nó al go­bierno de Mer­kel, instó a los ho­mó­lo­gos de La­vrov a emi­tir un re­pro­che per­so­nal poco común y llevó a la can­ci­lle­ría a pe­dir­le a la agen­cia de es­pio­na­je BND que in­ves­ti­ga­ra el papel del Krem­lin en el es­cán­da­lo, según han de­cla­ra­do los fun­cio­na­rios del go­bierno en Ber­lín.

Asi­mis­mo, aña­den que Ale­ma­nia ya tiene una uni­dad es­pe­cial en­car­ga­da de con­tra­rres­tar la des­in­for­ma­ción de Rusia y está tra­ba­jan­do en el su­pues­to de que el ob­je­ti­vo de Putin sea de­rri­bar los go­bier­nos afi­nes a la UE y re­em­pla­zar­los con los par­ti­dos a favor de Rusia, in­de­pen­dien­te­men­te de donde se en­cuen­tren den­tro del es­pec­tro po­lí­ti­co.

Financiando a Le Pen

En Fran­cia, este apoyo es de ca­rác­ter fi­nan­cie­ro. El ul­tra­de­re­chis­ta Fren­te Na­cio­nal de Ma­ri­ne Le Pen ha re­ci­bi­do fi­nan­cia­ción de un pres­ta­mis­ta de Rusia y está pi­dién­do­le 25 mi­llo­nes de euros a otros para fi­nan­ciar su cam­pa­ña pre­si­den­cial de 2017.
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Le Pen, la par­ti­da­ria po­lí­ti­ca más pro­mi­nen­te de Putin en Eu­ro­pa oc­ci­den­tal, está ac­tual­men­te en se­gun­do lugar según los son­deos y, aun­que su par­ti­do no pudo ganar en una sola re­gión en las elec­cio­nes de di­ciem­bre, re­ci­bió 6,8 mi­llo­nes de votos, su nú­me­ro más alto hasta la fecha.

Eso de­mues­tra que el con­ti­nen­te se está mo­vien­do hacia una reali­nea­ción po­lí­ti­ca más fa­vo­ra­ble al Krem­lin, según Kons­tan­tin Ma­lo­feev, un mul­ti­mi­llo­na­rio ruso cuyos an­ti­guos em­plea­dos desem­pe­ña­ron pa­pe­les im­por­tan­tes en la re­be­lión de Ucra­nia, y que ahora aboga por es­tre­char los lazos con la ex­tre­ma de­re­cha de Eu­ro­pa.

«Este es el co­mien­zo del fin del sis­te­ma», de­cla­ró Ma­lo­feev en Moscú.

Brexit, Nexit

El si­guien­te es­ce­na­rio im­por­tan­te para la in­tro­mi­sión de Rusia es el Reino Unido, que lle­va­rá a cabo un re­fe­rén­dum en junio para per­ma­ne­cer o no en la UE. Y con la vo­ta­ción cada vez más cerca, la em­ba­ja­da rusa en Lon­dres tomó la inusual de­ci­sión de cues­tio­nar la com­pe­ten­cia del líder elec­to de su país an­fi­trión.

Des­pués de que el pri­mer mi­nis­tro David Ca­me­ron de­fen­die­ra la per­te­nen­cia al blo­que, se­ña­lan­do que esto per­mi­tía a Gran Bre­ta­ña di­ri­gir la res­pues­ta de Eu­ro­pa a la agre­sión de Putin en Ucra­nia, la em­ba­ja­da res­pon­dió a tra­vés de Twit­ter di­cien­do que meter a Rusia en el de­ba­te del Bre­xit pa­re­cía in­di­car que Ca­me­ron «no puede ganar la dis­cu­sión por sus pro­pios mé­ri­tos. »

Uno de los prin­ci­pa­les par­ti­da­rios del Bre­xit es Sput­nik, que ad­vir­tió re­cien­te­men­te que Gran Bre­ta­ña su­fri­ría ata­ques se­xua­les en masa, como los de Co­lo­nia que pre­ce­die­ron al Caso Lisa, si no sale de la UE, ci­tan­do a Nigel Fa­ra­ge, un ad­mi­ra­dor de Putin que en­ca­be­za el Par­ti­do de la In­de­pen­den­cia del Reino Unido.

El por­ta­voz del Krem­lin si­guió un ca­mino si­mi­lar en los Paí­ses Bajos, donde los vo­tan­tes re­cha­za­ron un Tra­ta­do de asociación de la UE con Ucra­nia. Sput­nik elo­gió la de­rro­ta como un paso hacia el «Nexit,» en un ar­tícu­lo ba­sa­do en una en­tre­vis­ta con un re­por­te­ro re­gio­nal ho­lan­dés.

El Berlín soviético

La «cam­pa­ña de pro­pa­gan­da ac­ti­va» de Putin llevó a Gran Bre­ta­ña, Di­na­mar­ca, Li­tua­nia y Es­to­nia a ins­tar a la UE a tomar me­di­das más fuer­tes, lo que re­sul­tó en la crea­ción de la uni­dad East Strat­Com Task Force, que ve la ope­ra­ción Lisa como un cas­ti­go para el éxito de Mer­kel en la uni­fi­ca­ción de Eu­ro­pa en cuan­to a las san­cio­nes, según pa­la­bras de un di­plo­má­ti­co cer­cano al grupo.

El Krem­lin y el Mi­nis­te­rio de Asun­tos Ex­te­rio­res han dicho que el único in­te­rés de Rusia en el asun­to está re­la­cio­na­do con la pro­tec­ción de los de­re­chos de gru­pos ét­ni­cos rusos en el ex­tran­je­ro. Un abo­ga­do de la fa­mi­lia de Lisa no quiso hacer nin­gún co­men­ta­rio.

Según se dice, Lisa, cuya fa­mi­lia es del an­ti­guo ba­rrio so­vié­ti­co de Ber­lín, des­a­pa­re­ció el 11 de enero y vol­vió a apa­re­cer 30 horas más tarde. La prin­ci­pal emi­so­ra del Krem­lin, el Canal Uno, que ven mu­chos de los 4 mi­llo­nes de per­so­nas de habla rusa de Ale­ma­nia, dijo que la niña les había con­ta­do a sus pa­dres que había sido se­cues­tra­da y vio­la­da por tres ex­tran­je­ros de ca­mino a la es­cue­la. Sin em­bar­go, los in­ves­ti­ga­do­res de­ter­mi­na­ron más tarde que había pa­sa­do la noche con un amigo a causa de pro­ble­mas en la es­cue­la.

Para ese en­ton­ces, el daño po­lí­ti­co a Mer­kel ya es­ta­ba hecho.

La “chispa”

«Solo hizo falta una chis­pa para que todo se des­bor­da­ra”, sos­tie­ne Hein­rich Groth, el pre­si­den­te de un grupo de pre­sión para los ale­ma­nes rusos que ayu­da­ron a or­ga­ni­zar las pro­tes­tas de enero, a las que asis­tie­ron al­re­de­dor de 30.000 per­so­nas.

Según Groth, ya se han acer­ca­do a él para unir fuer­zas con Pe­gi­da, un mo­vi­mien­to an­ti­in­mi­gran­te que ha atraí­do a miles de per­so­nas a sus con­cen­tra­cio­nes desde que apa­re­ció el año pa­sa­do, y cuyos pun­tos de vista son si­mi­la­res a los del par­ti­do an­ti­eu­ro­peo Al­ter­na­ti­va para Ale­ma­nia, o AfD. La lle­ga­da de más de 1 mi­llón de re­fu­gia­dos y los ata­ques en Co­lo­nia y otras ciu­da­des en No­che­vie­ja, han cau­sa­do que el ín­di­ce de apro­ba­ción de Mer­kel des­cien­da a su nivel más bajo en más de cua­tro años.
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Según Dmi­try Ab­za­lov, que di­ri­ge una con­sul­to­ra en Moscú, en­car­ga­da de ase­so­rar al Krem­lin en cuan­to a gru­pos de opo­si­ción eu­ro­peos, “Eu­ro­pa está gi­ran­do hacia la de­re­cha. Y Mer­kel ha de­mos­tra­do ser débil en el asun­to de la mi­gra­ción».

Un fun­cio­na­rio de la Unión De­mó­cra­ta Cris­tia­na de Mer­kel de­cla­ró que casi la to­ta­li­dad de los vo­tan­tes ru­sos-ale­ma­nes de la coa­li­ción de go­bierno se han ido al AfD, que tam­bién pa­re­ce con­se­guir fon­dos de Rusia, según Alina Pol­ya­ko­va del Dinu Pa­tri­ciu Eu­ra­sia Cen­ter del Con­se­jo del Atlán­ti­co en Wa­shing­ton. AfD, aun­que to­da­vía re­la­ti­va­men­te pe­que­ño, re­gis­tró su mejor re­sul­ta­do hasta la fecha en tres elec­cio­nes es­ta­ta­les el mes pa­sa­do.

El por­ta­voz de AfD, Cris­tian Lueth, dijo en un co­rreo elec­tró­ni­co que su par­ti­do «se ad­hie­re es­tric­ta­men­te» a la ley de fi­nan­cia­mien­to po­lí­ti­co de Ale­ma­nia y no re­ci­be nin­gún di­ne­ro del ex­tran­je­ro.

Pero esas ga­ran­tías hacen poco para cal­mar las sos­pe­chas de las in­ten­cio­nes de Putin entre los lí­de­res del país.

Juer­gen Hardt, por­ta­voz de po­lí­ti­ca ex­te­rior en el Bun­des­tag para la alian­za CDU / CSU, sos­tie­ne que Putin po­dría in­ten­tar ocul­tar sus ac­ti­vi­da­des, pero está claro que pre­fe­ri­ría ver una Eu­ro­pa frac­tu­ra­da a una unida – y el ca­mino hacia esta meta está en Ber­lín. En pa­la­bras de Hardt, «La ló­gi­ca sub­ya­cen­te es que cuan­do des­acre­di­tas a la can­ci­ller Mer­kel y Ale­ma­nia, tam­bién de­bi­li­tas Eu­ro­pa».

Arne Delfs y Henry Meyer para Bloomberg

Fuente: Insider Pro