El sociólogo de “Levada-centro”, Denis Volkov, en una entrevista a Deutsche Welle explicó las razones del record de rating del presidente ruso y contó bajo que circunstancias puede bajar.
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El nivel del apoyo de Vladimir Putin por la sociedad rusa renovó su máxima histórica. Conforme al sondeo de octubre que fue hecho por el Centro de Investigación de la Opinión Pública de Rusia, la actividad del presidente ruso está apoyada por 89,9% de los encuestados. El índice tan alto tiene que ver con una compañía militar en Siria y la separación de Crimea, dijo en la entrevista para DW el sociólogo de “Levada-centro” Denis Volkov. Según su opinión, la recesión económica aún no impactó al rating de Putin, pero en caso de una crisis larga la opinión de los rusos puede cambiar.
DW: ¿Se puede confiar en los resultados de los sondeos de Rusia que tocan temas políticos, o se puede tratar de una cierta deformación causada por el régimen político y el miedo?

Volkov: El sondeo es la única manera de observar lo que está pasando en la sociedad. No hay otras maneras. Claro que no se puede comparar el rating de las personas primeras en Rusia con los ratings de los países donde existe la competencia política, donde tienen lugar las elecciones democráticas y la prensa independiente. Lo que pasa en Rusia es la adopción de lo que hay. El rating de Putin es la aprobación de un líder sin alternativa.

Denís Volkov
Denís Volkov

DW: ¿Podemos confiar en el sondeo donde el rating de Putin llegó casi a 90%?

Volkov: El rating de Putin se puede observar de manera dinámica. Podemos ver los altibajos significativos. Cuando él llegó al poder y empezó la segunda guerra de Chechenia, su rating creció desde 30% hasta 85% solamente en dos meses. Los máximos números de rating que Putin tuvo fueron en 1999, 2008 y 2014 en el fondo de conflictos, guerras y actos terroristas. Esto fue una movilización alrededor de la bandera. El otro pico de apoyo alto fue en 2003-2004 en el fondo de la lucha contra los oligarcas, cuando fue encarcelado Khodorkovsky. A pesar de la crisis económica, el rating de Putin de hoy se ve verosímil. Esto es el resultado [de la anexión] de Crimea, que aún no se acabó. Y además provocado por la compañía militar en Siria. En los grupos del foco nos dicen que hemos visto el poder de nuestras fuerzas armadas, cuando nuestros misiles volaron los buques de guerra.

DW: En los países democráticos el apoyo de 60% ya es un éxito. ¿Por qué para Putin el índice este no lo satisface?

Volkov: Cuando en Rusia el rating baja hasta 60%, significa que más de una tercera parte de la población no está satisfecha con las autoridades. Habíamos visto las protestas masivas en 2005, en los años 2011-12. Para los críticos del rating alto de Putin, podemos responder que por ahora no vemos las protestas. Ahora la actitud hacia Putin está en el mismo nivel que en el 2008. Él está en el pico de su popularidad, pero no lo adoran. La mayoría de los encuestados marcaron la respuesta “No puedo decir nada malo de él”.

DW: Ud. dijo de las protestas, pero ahora la situación en Rusia ha cambiado, empezaron a reprimir y la gente tienen miedo de expresar su opinión y participar en la protestas. ¿Por esta razón las cifras de 90% en este año y más del 80% en 2008 son índices diferentes?

Volkov: A los ratings hay que tomarlos tranquilo. Es una medida de una unidad. La específica rusa, en comparación a los países con una competición política abierta, es que aquí el rating puede bajar drásticamente. Pero solamente en el caso, si Putin se iría del puesto del presidente. Lo mismo vimos cuando dimitió el alcalde de Moscú Yuriy Luzhkov. Su rating se bajó en dos semanas al nivel como él nunca existiera. Pero si Putin va a seguir como el presidente sin ninguna alternativa, podremos solamente ver un lento descenso en su rating.
Sobre el miedo, puedo decir que en Rusia hay dos grupos: las élites y la población común. Bajo las élites entiende aquellos que reciben información de distintas fuentes, monitoreando toda la información. Son menos del 10-15% de la población. Para la mayoría de la nación las represiones simplemente no existen. Sobre ellas no dicen nada por la tele y 50% de la gente toma información de la televisión, aún desde los canales estatales. Cuando preguntamos a la gente acerca de la relación del Estado con las organizaciones no gubernamentales, la mayoría responde que todo está bien y así debe ser. Es más si es un “agente extranjero”, debería ser cerrado de repente. Mejor no sobreestimar el nivel de información que sabe la gente y su posibilidad de razonar sobre lo que está ocurriendo. Podemos hablar de la reacción al régimen en general, si el pueblo tiene una calidad de vida aceptable o no.

DW: ¿Fueron estos 10-15% quien participaban en las protestas de 2011-2012, no es cierto?

Volkov: En 2005 en las protestas participaron los jubilados y los estudiantes, o sea los privilegiados. Ellos entonces entendieron que les quitarían privilegios. Y protestas había en todas las ciudades. En Ekaterimburgo estaban tomando por asalto la residencia del alcalde. En 2011 la minoría descubrió que las elecciones fueron falsificadas, aunque no fue más que siempre, pero las protestas tuvieron lugar en el fondo del descontento hacia autoridades por la mayoría.
En este entonces el rating de Putin bajó hasta 60%, o sea los 40% estaban listos para apoyar alguna protesta de una manera adecuada. El poder primeramente desacreditó a los protestantes delante de la nación, y después de Crimea volvió a ser popular. El miedo tampoco debe ser sobreestimado.
Probablemente no hay miedo, es la conducta conformista de la mayoría de la población mayoritaria, pero siempre ha sido así. Lo que toca al núcleo de la protesta de 2011-2012, bueno esta gente no ha cambiado su conducta, pero las autoridades asustaron a las élites y ahora las últimas están quietas.

DW: ¿Por qué el descenso económico no impactó al rating de Putin?

Volkov: La espera de la caída económica apareció unos meses después de Crimea. El choque se produjo en diciembre de 2014, cuando el rublo se desplomó. 70% de encuestados afirmaron que estaban preocupados por la devaluación del rublo. Pero el pánico en el mercado de cambios fue dejado rápidamente. Los precios crecieron, pero siempre siguen subiendo. Putin prometió que la crisis va a seguir por dos años y psicológicamente esto fue un paso muy fuerte.
Cuando preguntamos cuanto va a durar la crisis, nos responden que hasta dos años, porque Putin dijo así. Pero, creo, que va a llegar un momento, cuando la gente se va a dar cuenta de que los sueldos no crecieron después del crecimiento de los precios. La toma de conciencia sobre la crisis seria viene muy lentamente, pero cuando llegue al pico de pesimismo, va a ser difícil escapar de ella.

Fuente: Levada Centro