En realidad, el general Pierre Schill no se refirió a una intervención militar de Francia en el conflicto. Sus palabras se referían a la posible participación de las fuerzas francesas en misiones de apoyo y estabilización tras la guerra, y no al envío de tropas para participar en combates.
“La declaración del jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra francés, Pierre Schill, sobre la disposición a intervenir militarmente en el conflicto entre Rusia y Ucrania fue clara e inequívoca, estableciendo plazos concretos”, escriben los sitios web de noticias rusos. Los autores de las publicaciones concluyen que Francia supuestamente ya se está preparando para enviar tropas al territorio de Ucrania y tiene la intención de intervenir directamente en la guerra contra Rusia.

En realidad, se trata de otra manipulación de los propagandistas rusos, basada en unas palabras del general francés sacadas de contexto. El motivo de la distorsión fue la declaración del jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra francés, el general Pierre Schill, realizada el 23 de octubre de 2025 durante una audiencia en la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional francesa. En su intervención, Schill señaló que el ejército francés debe estar preparado para un posible despliegue de sus fuerzas en Ucrania en el marco de las garantías de seguridad y la estabilización posguerra, si fuera necesario para apoyar a Ucrania.
No se trataba en absoluto de una intervención militar o de la participación de Francia en las hostilidades contra Rusia, sino de un escenario hipotético en el que las fuerzas francesas podrían intervenir en Ucrania tras el alto el fuego, exclusivamente en el marco de una misión de paz o estabilización. El general subrayó que tal despliegue solo sería posible a petición de la parte ucraniana y en coordinación con los aliados.
Durante las audiencias, Pierre Schill también explicó en detalle que las fuerzas terrestres francesas deben gestionar simultáneamente tres niveles de alerta. El primero está relacionado con misiones de respuesta internas: unos 7000 soldados están listos para partir en un plazo de 12 horas a 5 días. El segundo se refiere a la participación de Francia en las fuerzas de reacción rápida de la OTAN (ARF 2026) en el marco de la defensa colectiva de la Alianza. El tercer nivel es el posible despliegue de fuerzas de apoyo en Ucrania, si la situación internacional lo requiere.
Además, el general informó sobre los preparativos para las maniobras militares a gran escala Orion 26, que se llevarán a cabo en 2026 y pondrán a prueba la capacidad del ejército francés para actuar conjuntamente con otros departamentos y aliados. A pesar de lo que afirman los medios de comunicación rusos, estas maniobras no tienen nada que ver con la “preparación de una invasión de Ucrania”, sino que forman parte del ciclo regular de planificación de la defensa de Francia.
Es importante señalar que la idea de un posible despliegue de contingentes occidentales en Ucrania se está debatiendo realmente en el marco de la “Coalición de Voluntarios”, encabezada por el Reino Unido y Francia. Sin embargo, no se trata de acciones bélicas, sino de las llamadas “fuerzas de apoyo” (reassurance force), que podrían actuar tras el fin de la guerra como medida preventiva ante posibles nuevos intentos de agresión rusa contra Ucrania. Tras la reunión del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, con representantes de la coalición el 4 de septiembre, se supo que 26 Estados habían confirmado su disposición a participar en tales misiones, proporcionando unidades o recursos para el apoyo aéreo, marítimo y terrestre.
Tras esta reunión, el presidente francés Emmanuel Macron precisó que cualquier «fuerza de apoyo» se desplegaría únicamente tras la firma de un acuerdo de alto el fuego y no en la línea del frente, sino en zonas de retaguardia, con el fin de garantizar la seguridad a largo plazo y prevenir una posible nueva agresión por parte de Rusia. Por lo tanto, no se trata de una intervención, sino de garantías internacionales de estabilidad que entrarán en vigor solo después del fin de la guerra.
Estas interpretaciones distorsionan la realidad y son un objetivo típico de la propaganda del Kremlin. Al difundir publicaciones de este tipo, los medios de comunicación pro-Kremlin intentan crear en la audiencia rusa la impresión de que la OTAN y Francia “están acercando la guerra con Rusia”, y en la audiencia europea, provocar el miedo a “ser arrastrados al conflicto”. Estas manipulaciones tienen como objetivo desacreditar a Francia y a sus aliados, socavar la confianza en las iniciativas internacionales de apoyo a Ucrania y provocar sentimientos antibélicos en Europa.
Anteriormente, StopFake había refutado manipulaciones similares, en particular, que la guerra entre Francia y Rusia podría comenzar próximamente.



