El Gran Rabino de Ucrania, Moshe Reuven Azman, ha publicado una canción que él mismo ha compuesto e interpretado. Sin embargo, no se trata de una canción religiosa cualquiera, sino de un dramático llamamiento político y moral dirigido directamente al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. El clérigo, que perdió a su hijo en la guerra, advierte a Washington contra la ingenuidad en sus relaciones con Rusia.
En el mundo de la alta política, dominado por las notas diplomáticas y las cumbres a puerta cerrada, la voz del Gran Rabino de Ucrania resuena de una manera sin precedentes. Moshe Reuven Azman ha elegido una forma de comunicación que elude los filtros burocráticos y apela directamente a las emociones: ha grabado una canción que es un llamamiento directo al líder de una superpotencia.
El videoclip y la canción, titulados «Mi llamamiento al presidente de Estados Unidos, Donald Trump», son un manifiesto artístico en el que el rabino pide ayuda para Ucrania, no tanto para lograr un alto el fuego como para conseguir una «paz justa y duradera».
«Siempre esconden una espada»
La letra de la canción es dura y carece de eufemismos diplomáticos. Azman, a través de su canto, diagnostica la naturaleza del régimen ruso de una manera que puede resonar en la tradición política estadounidense, evocando la retórica de Ronald Reagan.
«Es hora de luchar. En nombre de la luz. […] Siempre mienten, siempre ocultan la espada», canta el rabino. En sus palabras, Rusia no aparece como un socio para la negociación, sino como una amenaza existencial para el mundo libre. Azman describe el poder del Kremlin como uno en el que «el trono de los zares se construye sobre el miedo y el odio», advirtiendo al presidente Trump contra la ilusión de poder comunicarse con el dictador.
El mensaje es claro: «No quieren la paz. Solo quieren sangre y fuego. Es hora de aplastar al imperio del mal». Es un llamamiento a la acción para que la Casa Blanca sea consciente de que cualquier concesión al agresor se percibirá como debilidad y un estímulo para una mayor expansión.
Un rabino que conoce el olor de la pólvora
Para comprender plenamente el significado de este llamamiento, hay que fijarse en el autor. Moshe Reuven Azman es una de las figuras más carismáticas de la vida religiosa y social de Ucrania. Desde el inicio de la invasión a gran escala en 2022, no se ha limitado a servir en la sinagoga. Se ha convertido en un líder humanitario, organizando la evacuación de civiles de los puntos más conflictivos del frente, a menudo arriesgando su propia vida bajo el fuego ruso.
Azman es un símbolo de la solidaridad entre judíos y ucranianos, y ha subrayado en repetidas ocasiones que, ante los misiles rusos, no hay diferencia entre un judío y un ucraniano.
La tragedia personal de su padre
La credibilidad de las palabras del rabino sobre «sangre y fuego» se vio tristemente confirmada por la más trágica de las víctimas. En septiembre de 2024, Moshe Azman se despidió de su hijo. Matityahu (Anton) Samborsky, el hijo adoptivo del rabino, murió en el frente defendiendo Ucrania de la agresión rusa.
Samborsky fue reclutado por el ejército poco después del nacimiento de su hija. Tras un entrenamiento intensivo, fue enviado al frente, donde murió. El funeral del hijo del Gran Rabino en Kiev se convirtió en un acontecimiento nacional, y las fotos del clérigo lloroso con la bandera ucraniana en brazos dieron la vuelta al mundo.
Es esta pérdida personal la que da a la canción de Azman un peso que los llamamientos habituales de los políticos no tienen. Cuando el rabino canta que Rusia solo quiere «sangre», habla como un padre que ha dado lo más preciado que tenía a esta guerra. Su advertencia a Trump no es un análisis geopolítico teórico, sino un testimonio escrito en el sufrimiento.
Una advertencia a Estados Unidos
El lanzamiento de la canción en un momento en que se está sopesando en Estados Unidos el destino de un mayor apoyo a Kiev es una medida estratégica. Azman está tratando de apelar a la conciencia del presidente estadounidense, utilizando el lenguaje de los valores universales: la lucha entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad.
Al señalar las «mentiras» como una característica inherente a la política rusa, el rabino está, de hecho, advirtiendo a Trump que no repita los errores del pasado y no haga acuerdos que el Kremlin romperá a la primera oportunidad. Un trono construido sobre «el miedo y el odio» no puede ser la base de un orden mundial estable, parece decir Azman.
El llamamiento musical desde Kiev es la prueba de que, ante una guerra prolongada, Ucrania busca cualquier forma de romper el cansancio de la opinión pública occidental. La voz del rabino, fuerte, llena de dolor, pero también de determinación, nos recuerda que lo que está en juego en esta guerra no es solo el territorio, sino la columna vertebral moral de la civilización.
Captura de pantalla de YT Anatevka TV
PB



