En 2024, efectivamente, los equipos del reactor se pararon durante un breve periodo de tiempo, pero no se produjo ningún accidente. Además, la avería se conoció precisamente por el informe del OIEA.
La edición turca Aydinlik publicó una investigación “sensacionalista” que inmediatamente fue recogida por los propagandistas rusos: el estudio trata de que los empleados del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) supuestamente habrían ocultado a la comunidad mundial, al OIEA y a los ucranianos el accidente que tuvo lugar en la Central nuclear del sur de Ucrania. La única “prueba” de este accidente es la característica oficial de un agente del SBU, que afirma que “llevó a cabo una operación para ocultar un accidente en una unidad de energía con equipos de reactor dañados”. Aydinlik no explica cómo llegaron estos documentos a disposición de la redacción.
Sin embargo, esta noticia es falsa. En primer lugar, el documento en sí parece poco convincente: no tiene ni sello ni firma, por lo que cualquiera podría haberlo impreso. Y en segundo lugar, la publicación que fue la primera en difundir la noticia también es cuestionable. El medio de comunicación Aydinlik está estrechamente vinculado al Partido Patriótico Turco, un movimiento político pro-Kremlin. Yevgeniya Gaber, Senior Fellow del Atlantic Council y del Centre for Contemporary Turkey Studies de la Universidad de Carleton, doctora en Ciencias Políticas, comentando la propaganda rusa en los medios de comunicación turcos, dijo: «Muchas narrativas anti-ucranianas o prorrusas se están difundiendo en Turquía sobre la base del antiamericanismo y el sentimiento anti-occidental. El segmento más anti-ucraniano está representado por emisoras euroasiáticas, principalmente el periódico Aydınlık del partido político Vatan de Dogu Perincek». Además, la publicación ha difundido repetidamente otras narrativas de desinformación prorrusas: en particular, escribió sobre el «rastro ucraniano» del atentado terrorista en el centro comercial Crocus sin ninguna prueba.
Además, la historia que los propagandistas promueven en estas publicaciones no tiene ningún sentido. Afirman que el SBU supuestamente ocultó al OIEA el accidente en la central nuclear de Ucrania del Sur, mientras que este incidente se conoció por el informe de la organización. Así, se informó al OIEA de que en julio de 2024 se suspendió temporalmente el funcionamiento de la Unidad 2 debido a un problema con un transformador en un punto de distribución abierto de 330 kV situado fuera del emplazamiento de la central nuclear. La organización explicó que «como consecuencia de un cortocircuito, el aislante cerámico resultó dañado, lo que provocó una fuga de aceite que se incendió debido a un arco eléctrico». El reactor se volvió a poner en marcha 17 horas después de la parada, y en un día alcanzó su capacidad operativa normal. Así pues, no se trató de un accidente con fuga de sustancias nocivas, como escriben los propagandistas, sino de una avería rutinaria, cuyas consecuencias fueron rápidamente eliminadas y reflejadas en el informe del OIEA. Además, debido a la ley marcial, los expertos del OIEA vigilan constantemente el funcionamiento de las centrales nucleares en Ucrania, y sería objetivamente imposible ocultar cualquier incidente grave.
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