Fuente: EU vs. Disinfo

Traducido por StopFake

Foto vía Sputnik

Afirman haber engañado al embajador de los Estados Unidos ante la ONU, presentándose como el primer ministro de Polonia. Supuestamente, hablaron con el secretario de Energía de EE. UU., alegando ser el primer ministro de Ucrania. Parece que hicieron creer al ministro de Defensa de España que estaba hablando con su contrapartida letón. Incluso el cantante Elton John aparentemente ha sido el blanco de los dos bromistas, que se han convertido en famosos en su país de origen, Rusia, bajo sus apodos: Vovan y Lexus.

¿Pero lo que hacen es solo entretenimiento, o también están practicando una forma de propaganda?

El hecho de que sus llamadas telefónicas reciban una cobertura frecuente y sustancial por parte de los medios oficiales de propaganda del Kremlin, como Sputnik, sugiere que las autoridades rusas no están descontentas con su objetivo de los políticos internacionales y de los que toman decisiones.

Propaganda innegable

Los dos bromistas telefónicos se presentan tradicionalmente como comediantes y sus conversaciones grabadas como una forma de sátira política. El encuadre de sus actividades como diversión puede verse como una forma de proteger sus actividad de críticas serias; por ejemplo, impedir las preguntas incomodas sobre las conexiones con las instituciones gubernamentales, y tales relaciones podrían ser la razón por la cual lo que hacen no solamente es tolerado por las autoridades rusas, sino que se difunde de manera acrítica por los propios medios de información.

El uso de la sátira relaciona a los bromistas telefónicos con otro caso humorístico: el popular programa televisivo de comedia ruso KVN, que ha sido criticado por contener mensajes propagandísticos y por atacar a sus escritores con censura.

Es importante destacar que los bromistas rusos no pasan una de las pruebas más fundamentales de decir lo que califica como propaganda o no. Y en este aspecto unilateral comparten una característica con los medios de propaganda oficiales del Kremlin, como RT (Russia Today). Además esta sugerencia se apoya en el hecho de que los bromistas nunca se dirijan a nadie del establishment político de Rusia. Desde el momento que ganaron fama en Rusia, nadie del establecimiento ha recibido una llamada telefónica de ellos. Como los bromistas les comentaron a los periodistas de The Guardian: «No bromearíamos con Putin. No queremos dañar a nuestro país. No queremos disturbios aquí; no queremos hacer nada que pueda ayudar a los enemigos de Rusia».

Fuente: EU vs. Disinfo