Autor: Aleksandr Vinogradov, Кrym.Realii

Traducido y revisado por StopFake

Cómo Crimea fue cubierta por los medios de comunicación internacionales, qué fue puesto en los titulares y qué fue silenciado, léalo en la observación de Krym.Realii.

“Cómo Rusia está jugando con Cataluña para obtener el indulto por Crimea”, así fue el título de un artículo de la revista estadounidense Forbes.

“Rusia afirma que el referéndum de Crimea, que fue celebrado en marzo de 2014, es igual a los otros movimientos para la autodeterminación, incluyendo Cataluña.

Pues, según la narrativa pro-Kremlin, la votación de Crimea fue organizada por los legisladores crimeos patriotas, que estaban preocupados por “la conquista de Kyiv por neonazis”. Además afirman que no hubo presión militar y de los servicios especiales rusos durante la votación. Los resultados “oficiales” de este referéndum ilegal llegaron al 97% a favor de la anexión con una increíble participación del 83%.

Esta narrativa fue promocionada dentro de Rusia y fuera del país. La historia verdadera se distingue del cuento ruso: los servicios especiales rusos tomaron el edificio del Parlamento de Crimea el 27 de febrero de 2014. Después de que el edificio fuera reforzado con una ametralladora, las tropas rusas dejaron pasar a los diputados prorrusos, que votaron a favor de un referéndum para unirse a la Federación Rusa.

Es interesante que el momento de la captura del parlamento crimeo por los militares rusos está disponible en YouTube, como prueba de lo dicho.

Por si fuera poco, Vladimir Putin en marzo de 2015 reconoció que dio el mandamiento para realizar “el retorno de Crimea” en una reunión nocturna del 22 de febrero de 2014. Lo que está claro es que Putin fue el que lanzó la anexión de Crimea y no fue la voluntad de los habitantes de la península. El nuevo líder de Crimea, puesto por los servicios especiales rusos, es un estafador insignificante, cuyo partido obtuvo menos del 4% de los votos en las elecciones anteriores”.

El diario alemán Süddeutsche Zeitung publicó el artículo “Crimea. Nuevos problemas con turbinas Siemens”:

“En la controversia sobre el suministro de turbinas de gas a Crimea, la empresa estatal rusa Technopromexport ha solicitado anular varios puntos en el contrato con Siemens. Las cláusulas violaron, entre otras cosas, la soberanía del Estado ruso y las necesidades elementales de sus ciudadanos, afirma en la solicitud del diario RBC, citando a las fuentes involucradas».

«El hecho de que una empresa rusa esté obligada a tener en cuenta las sanciones de la Unión Europea contradice a la soberanía de la Federación de Rusia, argumenta Technopromexport… La prohibición de instalar las turbinas en Crimea también infringe el principio del área económica común, que está escrito en la Constitución del país… Finalmente, los acuerdos son nulos, fue el tercer argumento, si infringen el interés público. Este interés está en el reclamo de los residentes de Crimea sobre el suministro constante de energía”.

“¿Por qué Rusia se considera única?”, pregunta el diario de Australia The Conversation.

“Más que nada, la experiencia de guerra de Rusia ha moldeado profundamente su visión del mundo y su autoestima. Ese legado también alimenta su narrativa nacional, nutrida durante siglos, no solo tornándola de proporciones épicas, sino de un gran poder de convencer que sirve para diferentes propósitos… Por ejemplo, el expansionismo defensivo puede ser utilizado para explicar la anexión de Crimea por Rusia ambas veces. La primera vez fue a fines del siglo XVIII para eliminar la amenaza planteada por los tártaros de Crimea, que durante siglos habían allanado Rusia en busca de recursos humanos o sea que llevaban a los rusos a los mercados de esclavos del Medio Oriente. La segunda vez, por supuesto, ocurrió en 2014 cuando Rusia argumentó que estaba protegiendo a los rusos de la península de un gobierno ucraniano supuestamente hostil”.

The New York Times salió con un artículo dedicado a la producción más importante de Crimea: “Los enólogos de Crimea buscan eliminar la etiqueta del matarratas”.

“La toma de Crimea estimuló el fervor patriótico en toda Rusia, causando una demanda de vino de Crimea. Algunos negocios inescrupulosos, viendo la oportunidad de obtener ganancias inesperadas, aplicaron etiquetas con la inscripción «Embotellado en Crimea» en cualquier botella de matarratas, algunas incluso importadas del extranjero. Una vez que la novedad (y las repugnantes resacas) se desvanecieron, las ventas de vino de Crimea cayeron en picada. Esa no fue la única consecuencia de la anexión”.

El empresario que cultiva las viñas en Crimea se queja de que los bancos rusos no dan préstamos para los de Crimea, ignorándola, mientras los locales requieren una tasa del 20%.

“Algunos proveedores europeos de equipos cortan las ventas debido a las sanciones, por lo tanto las bodegas recurren a falsas etiquetas de envío u otros juegos de manos para ocultar el destino real de los productos. En la Bodega Perovski Estate, por ejemplo, hay cuatro grandes y relucientes cubas de fermentación búlgaras que gorgotean detrás de una malla de alambre de pollo. Con un cartel colgado que dice: «Zona de control de aduanas».

«Técnicamente, todavía no han ingresado a Crimea», dijo Aleksandr Sokolov, el técnico jefe, encogiéndose de hombros. «Pero bueno, hay que trabajar de alguna manera».

Fuente:  Кrym.Realii