Fuente: EastWestBlog

Autora: Paula Chertok

Traducido por StopFake

La cuenta de Twitter de la Embajada de Rusia de Londres a menudo es un ejemplo de la “vieja” y de la “nueva” propaganda rusa.

Con la «vieja» propaganda nos acostumbramos a promociones de la belleza de Rusia, cosechas de granos impactantes, cumpleaños y aniversarios de sus héroes y eventos heroicos de la historia rusa y soviética. La «nueva» propaganda me refiero al tipo de cosas que hemos visto en los últimos años y que mejor sería describirlas como desinformación es deliberadamente engañosa junto con información falsa usada para influir en la opinión pública según una agenda política relevante. Y, de hecho, Occidente ahora está conociendo dolorosamente las campañas de desinformación rusas, en particular después de que experimentamos una en plena vigencia en las redes sociales durante las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.

El reciente envenenamiento de dos rusos en Gran Bretaña la semana pasada es una ventana perfecta a las tácticas de desinformación habitualmente utilizadas por los funcionarios rusos para mentir, ofuscar y trollear para desviar la responsabilidad del Kremlin. Repasemos los tuits de la Embajada de Rusia en el Reino Unido sobre el envenenamiento del ex espía Sergei Skripal y su hija con un arma química mortal el pasado domingo por la tarde en la ciudad de Salisbury, Inglaterra.

Sergei Skripal, un ex agente doble ruso de 66 años que vivió en el Reino Unido desde 2010 y su hija Yulia de 32 años y ciudadana rusa fueron encontrados desplomados e inconscientes en un banco después de una tarde encantadora de compras y cena en la ciudad inglesa de Salisbury. Los investigadores encontraron rastros del agente nervioso químico con el que fueron envenenados tanto en el restaurante como en el bar que visitaron el domingo. Unas 500 personas pudieron haber estado expuestas al mismo agente nervioso, incluido el oficial de policía que llegó primero en la escena del crimen. Ambos Skripal permanecen en estado crítico en el hospital.

La Embajada de Rusia no ha reaccionado a ninguna de estas horribles noticias con ningún tipo de condolencias. En cambio, inmediatamente echan la culpa, como si fuera según el libro de estrategias de propaganda del Kremlin, que ahora es un estándar para las campañas de desinformación. Este fue el comunicado de prensa del 6 de marzo, dos días después del ataque, que niega toda responsabilidad («completamente falso») y acusa a quienes sospechan de que el gobierno ruso está involucrado en este intento de asesinato por propaganda «antirrusa», por aquellos que buscan «demonizar» y «difamar» a Rusia.

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Los puntos de la narrativa de la Embajada rusa sobre el caso de Skripal son utilizados con tanta frecuencia por Vladimir Putin y los funcionarios del Kremlin, en particular por su portavoz Dmitryi Peskov y el ministro de los Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, que ya conocemos el guión:

  1. Rusofobia–Histeria por Rusia & Propaganda antirrusa
  2. Mera Especulación: No hay pruebas
  3. Evidencia clasificada–Mostrad materiales clasificados de Rusia
  4. Deflección–Confusión–Hacer luz de gas
  5. Hipocresía de Occidente
  6. Trolleo

(1) Rusofobia–Histeria por Rusia & Rusia como la víctima de la propaganda antirrusa

La propaganda rusa usa esta táctica como una manera de negar todas las acusaciones, quitar responsabilidades y, al mismo tiempo, «voltear el guión». Es decir, no solo el Estado ruso no se ve como responsable, sino que señalan con el dedo a sus acusadores, afirmando que Rusia es, de hecho, la verdadera víctima aquí, víctima de una terrible e injusta campaña de demonización llevada por Occidente.

Estos puntos de la narrativa están claros en los tuits de la Embajada de Rusia:

«La investigación del caso de Skripal sigue el guión del caso de Litvinenko»

“Torciendo la narrativa”

“A los rusos les echan la culpa”

“Los medios de comunicación establecen una agenda para la opinión pública”

“Se vende mejor de esta manera”

(2) Mera Especulación: No hay pruebas de que Rusia sea responsable

Este argumento de propaganda rusa explota el hecho de que cierta información necesariamente se clasifica en el trabajo de inteligencia. Los principales investigadores forenses pudieron identificar el agente nervioso (y su origen ruso) que fue utilizado en el ataque de Skripal en unos pocos días. Sin embargo, la Embajada rusa tuitea que todo eso es solo «mera especulación», «falta de información», «sin datos», «las conclusiones están clasificadas». Observe que la Embajada rusa usa el término «clasificado» para sugerir, deliberada y engañosamente, que lo están utilizando como pretexto. Es decir, implican que los investigadores del Reino Unido ocultan o encubren las evidencias «reales», que, según sugieren, exonerarían a Rusia si tan solo esos bribones británicos la revelaran. De esta forma, los propagandistas rechazan toda evidencia, incluso evidencias clasificadas, como especulación ya que, por lo tanto, no es realmente «ninguna evidencia».

 

(3) Materiales “clasificados”.

Las demandas rusas de acceso a materiales clasificados británicos están relacionadas con el segundo de arriba (especulación y falta de pruebas). Curiosamente, por un lado, la Embajada rusa rechaza las pruebas clasificadas como pretextuales: «Hay dudas sobre si la investigación será clasificada»; «La mayoría de la información fue clasificada»; «Todas las conclusiones están clasificadas». Sin embargo, por otro lado, los rusos quieren tener el acceso a este tipo de información para «evaluar su credibilidad».

La Embajada rusa sabe muy bien que el Reino Unido bajo ninguna circunstancia revelará fuentes delicadas, porque exponerlas públicamente seguramente pondría en peligro a más personas. Aún así los rusos hacen esta demanda con bastante frecuencia. De la misma manera exigieron la información de los investigadores del caso del derribo del avión de pasajeros MH17. Exigen regularmente materiales de investigación de los ataques con armas químicas en Siria. Y, por supuesto, todavía están exigiendo pruebas de su propia interferencia en las elecciones estadounidenses. Pero no importa qué evidencia obtengan, siempre encuentran formas de ofuscar y hacer luz de gas, lo que nos lleva al otro nivel de táctica de propaganda.

 

 

 

 

 

 

(4) Deflección–Confusión–Hacer luz de gas

La propaganda rusa a menudo logra sus objetivos simplemente con el cambio de enfoque. En este caso, la Embajada rusa se esfuerza tanto que parece que niegan que Skripal fue, en realidad, un ex espía ruso, tuiteando «en realidad era un espía británico, trabajando para el MI6». Están tratando de confundir y hacer luz de gas. ¡Por supuesto que Skripal era un espía ruso! Pero pasadlo por alto.

Lo que están tratando de hacer es implicar algo siniestro sobre la Agencia de Inteligencia Británica MI6. Quizás si uno se enfoca en que Skripal es un espía británico, entonces los británicos pueden ser los responsables del ataque a Skripal y a su hija. Este punto es subrayado por las sugerencias adicionales de que misteriosas muertes rusas previas en Gran Bretaña también están «vinculadas a los servicios especiales del Reino Unido»; «¡Qué casualidad!». Esto también debe ser obra de espías del Reino Unido. Mirad allí para encontrar una respuesta, no aquí a Rusia, lo que sea el lugar más obvio. Sin mencionar que si Skripal fuese en realidad un espía británico, ¡eso proporcionaría otro motivo más para Rusia!

(5) Hipocresía de Occidente.

Esta táctica es una forma favorita de “¿y qué pasa si…?” utilizada por los propagandistas rusos para atacar los valores democráticos occidentales y las instituciones fundamentales de la sociedad abierta occidental, entre las cuales están la libertad de expresión, la libertad de prensa, la libertad de reunión, el Estado de derecho, etc. La Embajada rusa exige que estos valores se apliquen a ellos, a pesar de que Rusia es esencialmente un Estado policial y no respeta ninguno de estos valores para sus propios ciudadanos. La Embajada rusa alegremente ensalza nuestros valores occidentales para tirarlos a nuestros rostros como evidencia de nuestra propia hipocresía. Acerca del caso de Skripal, tuitearon: «Presunción de inocencia 2.0: no tengo idea de lo que sucedió, ni idea de por qué sucedió, pero los rusos tienen la culpa».

(6) Trollear

Finalmente, usan el sarcasmo: burlándose y amenazando en las redes sociales y en otros lugares. Este reciente tuit de la Embajada de Rusia es francamente amenazante, ya que se burla de que a Skripal le llamen espía ruso (¡y lo es!). Suben la foto del personaje de la película de James Bond, apuntando un arma directamente al espectador. ¿Quién no se estremeció al ver eso en su pantalla?

A pesar de que pueden estar agitados por toda la propaganda rusa, desviando desesperadamente su probable responsabilidad del horrible ataque terrorista con un arma de destrucción masiva en suelo británico, es importante ver que los tuits de la Embajada rusa también le recuerdan las razones porqué el Kremlin es el principal sospechoso en el envenenamiento de Skripals: a saber, los tuits en sí mismos exponen un ejemplo claro y la práctica de que los que critican a Putin terminan muertos en circunstancias misteriosas o inexplicables. Incluso tuitean los nombres de varios rusos ya muertos como Berezovsky, Perepilichny, Litvinenko, y añaden fotos en algunos casos. Boris Berezovsky, en el pasado un oligarca poderoso en las conexiones con Putin, fue encontrado ahorcado en un baño de Berkshire.

Alexander Perepilichny, un denunciante que conocía el paradero del enorme dinero de fraude fiscal de Magnitsky, tenía 44 años cuando colapsó mientras corría en Surrey. Y, por supuesto, Alexander Litvinenko, el oficial de inteligencia rusa, quien confesó las corrupciones del Kremlin y criticó a Putin, poco después fue envenenado con polonio radiactivo con una taza de té en un hotel de Londres. Una investigación estatal descubrió que dos rusos vinculados al Kremlin que eran responsables de su asesinato y, lo que es más importante, determinó con gran probabilidad que el propio Putin ordenase el ataque.

Una vez que las tácticas utilizadas en la propaganda rusa sean claras para la audiencia, se podrá reconocerlas más fácilmente cuando ataquen otra vez más. Y, lo que es más importante, sus consecuencias serán contrarrestadas por las habilidades de pensamiento crítico de la audiencia. Capacitarse es la mejor manera de construir resistencia e inmunidad a la propaganda.

Fuente: EastWestBlog

Autora: Paula Chertok