Fuente: Global Voices en español

Escrito por Mong Palatino

Captura de pantalla del video de YouTube de la comisión parlamentaria sobre “Falsedades deliberadas en línea”. Algunos grupos de la sociedad civil cuestionaron por qué los testigos fueron sometidos a intensos interrogatorios durante las audienciias como si estuviera acusados de hacer algo malo.

En enero de 2018, el Parlamento de Singapur creó una comisión para abordar el problema de las “falsedades deliberadas en línea”, o desinformación en internet.

El mandato de la comisión es examinar “causas, consecuencias y contramedidas” relacionadas con la difusión de desinformación. en una medida inusual para Singapur, la comisión solicitó las opiniones del público y llevó a cabo audiencias públicas para analizar diversos lados del asunto.

Junto con propuestas enviadas, la comisión recibió y escuchó las presentaciones de 65 personas y organizaciones en el curso de 50 horas de audiencias públicas. Las declaraciones escritas representaban las opiniones de diversos grupos que incluyeron medios de comnunicación, empresas de tecnología como Twitter, Facebook y Google, académicos, expertos, grupos religiosos, organizaciones de la sociedad civil y hasta oficinas extranjeras como la embajada rusa.

Charles Chong, vicepresidente del Parlamento, resumió el trabajo de la comisión después de las audiencias públicas concluyeron el 29 de marzo:

«Hemos oído que no hay remedio y que necesitamos un grupo de medidas diferentes para abordar este complejo problema, como educación pública, alfabetización digital, verificación de datos, periodismo de calidad, tecnología y legislación.

Escuchamos evidencia sobre cómo las leyes actuales tienen límites de alcance, velocidad y adaptabilidad, y por qué necesitamos nuevas palancas legislativas… Algunos testigos se oponían a cualquier legislación, aunque las leyes de ahora fueran inadecuadas para contrarrestar los perjuicios planteados por las falsedades en línea deliberadas.»

El resumen de Chong tocó el punto clave de la disputa, pero no reconoció directamente el trato de la comisión de miembros de la sociedad civil que se oponen a crear nueva legislación.

“Reprenden” y “acosan” a miembros de la sociedad civil en las audiencias

Aunque se escucharon muchas voces, miembros de la sociedad civil que se oposieron a la nueva legislación informaron que fueron “reprendidos, acosados, amenazados y mal representados” en las audiencias.

En contraste con el resumen oficial, el artista Alfian Sa’at brindó esta observación:

«Lo que veo son algunos activistas y académicos que tratan de dar sus opiniones con buena fe. Pero en vez de escucharlos como ciudadanos que representan el espectro de opiniones poíiticas en la sociedad de Singapur, los tratan con desdeñosa hostilidad, como si no fueran testigos ofreciendo evidencia sino los acusados. Parece que el efecto fuera intimidar a quienes tienen opiniones contrarias para que no hagan propuestas al Gobierno en el futuro. ¿Cómo puede ser esto bueno para Singapur?»

Algunos participantes usaron las audiencias como una oportunidad para debilitar directamente el trabajo de la sociedad civil y la academia.

La Red Acción Comunitaria de Singapur informó que el historiador doctor Thum Ping Tjin fue interrogado durante seis horas “por su trabajo y experiencia en la historia de Singapur y sobre si había evidencia de una conspiración de un Frente Unido Comunista en las décadas de 1950 y 1960″. Aunque el historiador presentó recomendaciones de cómo reducir la desinformación en línea, la comisión no le preguntó ni le permitió abordarlas.

El grupo también describió el interrogatorio de la comisión de la escritora Kirsten Han, que también colabora con Global Voices.

«Kirsten Han fue interrogada por un artículo que había escrito para una publicación de noticias en línea. Sugirieron que había presentado una imagen engañosa en el artículo. No está claro qué relevancia tenía esto para los términos de referencia del comité de seleccion. El intercambio terminó con Edwin Tong, miembro de la comisión, que emitió una amenaza velada de que a la señora Han “todavía” no la habían demandado ni encarcelado».

Algunas presentaciones en las audiencias tuvieron un cariz similar. Un texto presentado por el foro de políticas del Partido Acción Popular (afiliado con el partido gobernante, que está en el poder desde la década de 1960) se centró principalmente en refutar el informe de Human Rights Watch de diciembre de 2017 sobre la disminución de la libre expresión en Singapur. Sostuvo que el informe se basa en falsedades deliberadas en línea.

¿Debido proceso, educación pública… o un “consejo de verificación de datos”?

Aunque algunos sostienen que el marco legal de Singapur ya está suficientemente equipado para abordar los aspectos legales del problema, otros (muchos legisladores) sostienen que se necesita la nueva legislación o medidas regulatorias.

Los editores de Channel News Asia, medio de comunicación tradicional, propusieron que Singapur estableciera un “consejo de verificación de datos”:

«Sería útil establecer un consejo de “verificación de datos” consejo, comité o entidad compuesto por diversos representantes para evaluar y luego designar ‘falsedades deliberadas en línea’ como específicamente definidas. Este consejo debe ser indepenente, transparente y debe poder reacciones rápidamente a ‘falsedades deliberadas en línea’ emergentes. Debería incluir representantes singapurenses del sector académico, ONG, sociedad civil, de la comunidad legal y otros grupos sociales que representan a la sociedad de Singapur. Su mandato debe incluir la identificación de ‘falsedades deliberadas en línea’ y recomendar soluciones adecuadas.»

Singapore Press Holdings, principal empresa de medios del país, sostuvo que es necesario periodismo de calidad para combatir las “noticias falsas”:

«El mejor antídoto para las “noticias falsas”, o falsedades deliberadas en línea es el periodismo de calidad, un periodismo que sea correcto, objetivo, con determinación, creíble y confiable.»

La empresa sugirió que si el Parlamento fuera a redactar la legislación al respecto, la nueva ley debería centrarse en la “esfera no regulada de contenido en línea” y distribudores de medios sociales:

«La legislación que restringe el poder de investigar e informar de los medios le daría al objetivo equivocado, pues las salas de redacción ya tienen mecanismos rigurosos y efectivos para revisar y contrarrestar falsedades. También puede inadvertidamente contener la capacidad de los medios para cumplir su rol fundamental en informar a la sociedad, para seguir creíble a los ojos de sus lectores.»

Otra protección contra legislación muy amplia sería la intervención del Poder Judicial al tratar la desinformación. La Asociación de Mujeres por la Acción y la Investigación mecionó este asunto en sus comentarios:

«Para evitar que la medida sea muy genérica es importante que esas restricciones siempre dependan de un hallazgo judicial que materialice ese perjuicio. La intervención del Poder Judicial es un contrapeso fundamental para este propósito.»

Una recomendación popular fue la promoción de la educación pública como una contramedida a la desinformación. El Consejo Nacional de Iglesias de Singapur explicó su posición:

«…la manera más importante para contrarrestar las noticias falsas es la educación pública. Ayudar al público a adquirir alfabetización digital y aprender cómo detectar las noticias falsas puede contrarrestar sus efectos dañinos en maneras que la legislación no puede hacer por su cuenta… También debería brindarse una educación así en colegios y universidades para pemitir que los jóvenes sean más juicisos en su consumo de los medios.»

Junto con varios organizaciones de la sociedad civil, el sitio web de noticias independiente The Online Citizen afirmó que Singapur tiene leyes adecuadas para lidiar con ‘falsedades deliberadas en línea’. También hizo referencia a regulaciones de medios vigentes, y sostuvo que ya representan una amenaza significativa para la democracia:

«…la mayor amenaza a la estabilidad y crecimiento del proceso democrático en Singapur es el control gubernamental de los medios y la información.»

En cambio, instó al Gobierno a practicar una mayor transparencia.

«Para combatir las falsedades en línea o difundida por redes sociales, la legislación no es la mejor manera de avanzar sino un retroceso. La mejor manera es permitir a los ciudadanos tener acceso a más fuentes de información y que desarrollen cuestionamientos y una mentalidad crítica de lo que es verdadero o falso, si la información es de fuentes oficiales o independientes.»

Kirsten Han enfatizó su oposición a medidas que codificarían una práctica centralizada de censura y solicitudes de (a empresas privadas de medios sociales):

«Me opongo a medidas que darian a un solo ente el poder y la autoridad de decidir a qué contenido puede o no acceder la población. Es mi opinión que esa censura —aplicada, por ejmplo, con órdenes ejecutivas de retiro que obligarían a una red social a retirar contenido— frenaría la libertad de expresión y tendría un efecto adverso en el discurso público en Singapur.»

El Parlamento retomará sus deliberaciones sobre este asunto en mayo.

Escrito por Mong Palatino

Traducido por Gabriela Garcia Calderon Orbe

Fuente: Global Voices