Rusia ha atacado un bloque de obuses que las Fuerzas Armadas ucranianas llevaban mucho tiempo sin utilizar y que permanecían cerca de la frontera desde hacía años. La propaganda rusa ocultó este hecho, presentando la noticia como un «exitoso ataque a la base central de almacenamiento de armas».

Los medios de comunicación del Kremlin junto con los usuarios de las redes sociales han difundido información manipulada según la cual un misil ruso habría “destruido” 32 obuses D-20 en la región ucraniana de Sumy. En tales «noticias», la propaganda rusa adjunta un vídeo que muestra el supuesto ataque con cohetes contra obuses colocados en varias filas. Algunas publicaciones facilitaron las coordenadas exactas del impacto.

Imágenes de un ataque con misiles contra la base central de almacenamiento de armas y municiones de las Fuerzas Armadas de Ucrania cerca del asentamiento de Ojtyrka, en la región de Sumy. 32 (!) obuses D-20 menos al instante, que estaban al servicio de los militantes. ¡Fue un golpe muy efectivo!”, escriben los usuarios.

Captura de pantalla de facebook.com

Captura de pantalla de la web de rg.ru: “Las FFAA rusas destruyen una base de las Fuerzas Armadas de Ucrania donde se almacenaban 32 obuses D-20, Ministerio de Defensa”

Tras la difusión de esta información, StopFake decidió comprobar si era cierto que Rusia había logrado alcanzar 32 obuses del ejército ucraniano de un solo golpe. Esta información resultó ser manipulada. 

Primeramente, StopFake comprobó la autenticidad de las imágenes que circulaban por las redes sociales. Los medios pro-Kremlin señalaron que el ataque contra los obuses tuvo lugar cerca de la ciudad de Ojtyrka, en la región de Sumy. Algunos usuarios publicaron coordenadas directas de un lugar similar al que aparecía en las imágenes compartidas en la red social. Comprobamos esta información y resultó que efectivamente se trataba del lugar donde fueron «destruidos» los obuses. Si se compara la imagen de satélite en Google Maps con el vídeo del Kremlin, se pueden ver los mismos árboles cerca de la carretera, edificios idénticos y su ubicación.

Captura de pantalla del vídeo que circula por Internet

Captura de pantalla de Google Maps

El vídeo difundido por la propaganda muestra que los obuses están colocados de forma agrupada y organizada. Esto es sorprendente, ya que la frontera con Rusia, que lanzó el ataque, está a sólo 40 kilómetros por la ruta más corta. Mantener un número tan elevado de obuses desplegados abiertamente tan cerca del enemigo es, cuando menos, ilógico desde el punto de vista militar.

Captura de pantalla de Google Maps

Descubrimos que este despliegue de obuses por parte ucraniana tenía una explicación lógica. Después de encontrar la ubicación del ataque en los mapas de Google, StopFake se percató de que las imágenes por satélite mostraban aproximadamente el mismo número de cañones con una disposición similar. Al principio, supusimos que podría tratarse de una imagen » reciente » que captó accidentalmente el bloque de cañones D-20. Sin embargo, utilizando imágenes de archivo del mismo lugar, descubrimos que los obuses «destruidos» llevaban allí años. Google Earth Pro, que permite seleccionar el año de la imagen, registró su ubicación desde 2017. Desde entonces, solo se han retirado algunos obuses.

Imagen de Google Earth Pro del año 2017 

Imagen de Google Earth Pro del año 2019 

Imagen de Google Earth Pro del año 2021

En vista de esto, Rusia atacó un lugar de almacenamiento de armas inservibles que había estado abiertamente expuesto mucho antes del comienzo de la guerra a gran escala y que permaneció allí durante dos años más de hostilidades activas. La agitprop rusa decidió ocultar este hecho, presentando la noticia como un exitoso ataque a la «base central de almacenamiento de armas y la destrucción de 32 obuses».

El hecho de que los obuses no se estaban utilizando por las Fuerzas Armadas de Ucrania también fue comunicado en X.com y por el usuario Tatarigami,  que se dedica al análisis OSINT.

Anteriormente StopFake había refutado la información de que las imágenes satelitales “confirmaban” las consecuencias del ataque al aeródromo de la región de Jmelnytskyy.