Fuente: El País

Reproducido con el permiso del autor, David Alandete

El ‘think tank’ European Values, que analiza las campañas de injerencia rusa, reconoce en su informe la mejora en la protección del país tras la crisis catalana.

Ante el intenso ciclo electoral de 2019, que incluye las europeas, España ha experimentado un cambio notable a nivel legislativo, ejecutivo y judicial y se ha colocado junto a Francia, Alemania y Polonia, en el grupo de países que más resistencia opone a las campañas de desestabilización de la democracia procedentes de Rusia, según la nueva edición del informe anual del think tank European Values, que será publicado en los próximos días.

Tras las campañas de desinformación de los medios rusos y la activación de redes de cuentas automatizadas para popularizar bulos y exageraciones durante la crisis independentista en septiembre y octubre de 2017, el Estado español se encuentra ahora más protegido que hace un año ante nuevos ataques coordinados que podrían sumirlo en la ingobernabilidad que tiene a Italia paralizada, según ese informe.

“En los análisis que siguieron al referéndum catalán se vio cómo los bots tuvieron un papel, y, por ello, pienso que el Gobierno español se dio cuenta de que tienen que unirse a los esfuerzos que se han emprendido en Europa hace ya algún tiempo”, asegura una de las autoras del informe, Veronika Vichová, que coordina en think tank, con sede en la República Checa. “El Gobierno de España está en un esfuerzo coordinado interministerial. Hay bastante margen para establecer instituciones que se centren en este problema de manera integral”.

Una de las principales razones que los expertos del think tank European Values aducen para este cambio en España es la modificación efectuada en diciembre a la Estrategia de Seguridad Nacional, que ahora incluye las “campañas de desinformación” como parte de la llamada guerra híbrida. Ese documento, adelantado por EL PAÍS y que incluye las principales amenazas para el Estado, no cita específicamente a Rusia aunque los protagonistas de esas campañas de desinformación son medios financiados por ella. La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, creó el mes pasado un grupo de trabajo en el Congreso para tratar la problemática de las fake news, en el que participan todos los partidos menos Podemos.

Los expertos también han detectado un cambio en la actitud de los representantes españoles en las instituciones europeas. “Sin ninguna duda, España ha experimentado un cambio después de la crisis catalana”, según un miembro del equipo de comunicaciones estratégicas de la Unión Europea, formado por la alta representante para política exterior, Federica Mogherini. “España es uno de los países que en los pasados meses más nos ha apoyado en las instituciones europeas pertinentes para que nuestra unidad reciba más fondos con los que enfrentarse a este tipo de amenazas desinformativas, procedentes sobre todo de Rusia”, añade esa fuente. Ese equipo, que rastrea las redes para detectar noticias falsas, recibe un millón de euros anual, una mínima fracción de los fondos de medios públicos rusos como RT, que dispone de al menos 300 millones anuales.

España se refuerza frente a la desinformaciónEuropean Values, una entidad sin ánimo de lucro que recibe donaciones privadas y de fundaciones como la Open Society Foundation y el Europarlamento, analiza anualmente a los 28 Estados miembros de la UE y sus aliados y elabora una clasificación sobre su grado de prevención y respuesta a las campañas de desinformación procedentes de Rusia. Entre los menos concienciados están Hungría, Austria, Portugal e Italia, un país que celebró elecciones hace más de dos meses y se aboca a un Gobierno de tecnócratas o a una repetición de los comicios. El centro de comunicaciones estratégicas de la UE publicará en las próximas semanas un informe que confirma la campaña de desinformación y agitación de la xenofobia de las redes rusas, con el diario Sputnik como instigador.

España se sitúa por primera vez en el grupo que integran Francia, Rumanía, Alemania, Finlandia, la República Checa, Dinamarca y Polonia, y destaca por “el reconocimiento político de la amenaza rusa”, con medidas tanto en el plano gubernamental como de inteligencia. Queda un paso por detrás de los países que el informe de 2018 identifica como la avanzadilla frente a las campañas de desestabilización de la democracia y la UE: Reino Unido, Suecia y las tres repúblicas bálticas.

El think tank que elabora el informe recibió la semana pasada en Praga una distinción del Comité Militar de la OTAN por su investigación sobre actividades subversivas rusas en el Este de Europa. Fuentes de este organismo, la autoridad militar de mayor rango en la Alianza Atlántica, aseguran que en la actualidad “Rusia es la mayor amenaza actual contra Occidente”. “En este momento el Gobierno ruso tiene interés en agitar los conflictos de patriotismo y religión. Además está cada vez más activo en el Mediterráneo, y sin duda explotará nuestras debilidades en ese ámbito”, añaden esas fuentes, que aparte de las recientes actividades de desinformación en Italia y España apuntan a “la amplia actividad y los fuertes intereses rusos en la mediterránea, en especial en Egipto y Siria”.

Según estas fuentes, el mayor desafío de las democracias occidentales es la identificación de la autoría de estas campañas, que al desarrollarse online emplean todo tipo de pantallas para ocultarse. “El principal problema al que nos enfrentamos es la atribución de las fuentes de esos ataques”, apuntan esas fuentes de la OTAN, que piden anonimato por estar en la parte militar de la Alianza. “Ahora experimentamos actitudes agresivas sin llegar a tener de forma detallada qué ha sucedido y quien es el autor material último del ataque”, añaden.

Fuente: El País

Reproducido con el permiso del autor, David Alandete