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Escrito por Jakub Kalenský, para Disinfo Portal

Apenas unas semanas después de las elecciones al Parlamento Europeo, la Comisión Europea (la UE) ha publicado un informe sobre la implementación del Plan de Acción contra la Desinformación. Después de los informes de investigadores, de varias ONG y de periodistas, este es hasta ahora el único documento oficial que aborda la desinformación dirigida a las recientes elecciones de la UE.

El documento trae algunas buenas noticias, pero también algunas malas.

 

La buena noticia es que las instituciones de la UE finalmente reconocen la gravedad de la amenaza de la desinformación, señalando que “no hay lugar para la complacencia y la lucha contra la desinformación debe continuar. (…) Es necesario hacer más para proteger los procesos democráticos y las instituciones de nuestra Unión de manipulaciones y de desinformación».

Este enfoque de la iniciativa no siempre ha estado presente en Bruselas y los Estados-miembros de la UE no siempre han tomado en serio la desinformación hostil. La evolución positiva de la mentalidad de la UE comenzó con la introducción del Plan de Acción de diciembre de 2018 y, afortunadamente, parece continuar.

En segundo lugar, parece que la UE ya no teme nombrar y avergonzar directamente al Kremlin como el agresor de información más importante en Occidente hoy en día. “La evidencia recolectada reveló una actividad continua y sostenida de desinformación por parte de fuentes rusas con el objetivo de reprimir la participación en la votación e influir en las preferencias de los votantes”. Según el documento, la campaña rusa desafió la legitimidad democrática de la Unión Europea y explotó los debates públicos divisivos sobre temas como la migración.

En tercer lugar, vale la pena destacar que algunos comisionados de la UE no han caído en la trampa de la desinformación «nacional versus local». Como dijo el comisionado Julian King, aunque no hubo una campaña transfronteriza distinta, la mano de Moscú todavía se identificó en lo que parece ser una campaña «cada vez más enfocada localmente».

Finalmente, la esperanza es traída por el hecho de que la UE continúe presionando a las plataformas de redes sociales y empresas digitales hacia estándares más altos de transparencia y cooperación, y que esté proponiendo una regulación en caso de que no cumplan adecuadamente. La idea de «desarrollar indicadores de confianza para fuentes de información en cooperación con organizaciones de medios de comunicación» parece interesante, y sería beneficioso ver que esto se materialice lo antes posible.

Sin embargo, los periodistas, investigadores y cualquier ciudadano seriamente interesado en el problema de la desinformación aún carecen de muchas de las respuestas necesarias para hablar sobre una defensa seria contra la desinformación. Si no sabemos cuántos canales controlan las figuras hostiles, cuántos mensajes difunden y cuántas personas logran persuadir, ¿cómo podemos hablar de defensa proporcional? Estas y otras preguntas muy importantes son esenciales para discutir contramedidas sólidas.

Hay solo una estadística tangible en el informe: East StratCom identificó que las fuentes pro-Kremlin difundieron una cantidad doble de desinformación en comparación con el mismo período del año pasado. No obstante, East StratCom reconoce que este número es solo una pequeña fracción de los mensajes de desinformación difundidos por el gigantesco ecosistema de desinformación pro-Kremlin

Teniendo esto en cuenta, el informe sobreevalua la capacidad de la UE para «disuadir ataques». Las medidas de la UE definitivamente han contribuido a una mejor exposición de los ataques informacionales, pero debido al hecho de que la cantidad de desinformación del Kremlin en realidad se ha duplicado en comparación con el año pasado, definitivamente no hubo disuasión. El Kremlin sigue siendo tan agresivo como solía ser.

Además, el informe no cubre fuentes fuera de la máquina de desinformación pro-Kremlin. Como ya hemos descrito en Disinfo Portal, el Kremlin está tratando cada vez más de involucrar a las fuentes «domésticas» en la multiplicación de su campaña. Antes de las elecciones, la Comisión Europea incluso había admitido que la campaña de Viktor Orbán se basaba en la desinformación (la narrativa llena de conspiraciones sobre George Soros es algo que se conoce muy bien del ecosistema de información controlado por el Kremlin).

El informe de la UE no cubre el tema de los que influencian en el nivel nacional, tampoco en el estatal y de ninguna manera proporciona soluciones reales. Sin reconocer primero la amenaza de tales fuentes, resolver el problema es difícil. Y si los ciudadanos de la UE no reciben advertencias sobre las fuentes involucradas en la multiplicación de la desinformación pro-Kremlin, es poco probable que puedan identificar qué fuentes «domésticas» propagan dicho material.

El número de casos de desinformación identificados por East StratCom se ha duplicado, a pesar de que “Facebook deshabilitó 2,19 mil millones de cuentas falsas en el primer trimestre de 2019 y actuó específicamente en contra de 1574 cuentas no pertenecientes a la UE y de 168 páginas dirigidas desde la UE, grupos y cuentas cuyo comportamiento fue dirigido en contra los Estados miembros de la UE».

Este hallazgo sugiere no solo que East StratCom tiene ahora una mejor capacidad para identificar la desinformación, sino también que centrarse únicamente en las plataformas que difunden el contenido no resolverá el problema de la producción de contenido en campañas de desinformación. “Se han cerrado millones de cuentas de usuario falsas generadas por computadora, los llamados bots. Pero se debe hacer mucho más para encontrar noticias falsas», dijo la Comisionada Věra Jourová.

Y luego está el Sistema de Alerta Rápida (RAS por las primeras letras en inglés: Rapid Alert System). La UE elogia el sistema de operación del RAS, y cita una mayor cantidad de incidentes de desinformación reportados en la plataforma como una mejora. Sin embargo, los contactos de los Estados miembros de la UE son menos optimistas en las conversaciones privadas: aparentemente, muchos países aún carecen de sus propios sistemas de monitoreo del ecosistema de desinformación, y las fuentes no oficiales destacan que el RAS apenas se usa.

A pesar de que la UE está presionando a las empresas de redes sociales hacia una mayor transparencia, el mismo RAS de la UE no es público ni transparente. Los periodistas e investigadores no pueden verificar qué incidentes de desinformación se informan (o no) sobre el sistema, qué Estados miembros están activos y qué países simplemente ignoran el problema. La sociedad civil no puede presionar a sus propias autoridades para que comiencen a tomar el problema en serio sin un sistema más transparente.

Es bueno que la UE sea consciente de algunas de las brechas. El documento advierte contra la complacencia y enfatiza que la amenaza de desinformación está evolucionando. Ahora es necesario ver pasos específicos de la UE que llenen las brechas y respondan las preguntas sin respuesta, lo que a su vez nos dará más detalles sobre las figuras hostiles detrás de las campañas de desinformación.

Gracias a la investigación de Robert Mueller, las autoridades estadounidenses pueden acusar y castigar a los responsables de las campañas de desinformación masiva. A pesar de tener una más larga experiencia con la agresión del Kremlin, ni la UE ni sus Estados miembros parecen estar considerando una investigación similar. Sin una investigación oficial, no puede haber castigo, y sin castigo, el agresor no tiene razón para detener su agresión.

Escrito por Jakub Kalenský, para Disinfo Portal