Según las palabras de Putin, Rusia lleva la “operación especial” contra Ucrania, porque “hay que salvar a la población” del Donbás de un “genocidio” por parte de Ucrania. Durante las últimas dos semanas, Putin ha mencionado tres veces las «14.000 bajas civiles en el Donbás» que, según dijo, fueron «exterminadas por los nacionalistas ucranianos». No obstante, no hubo tal número de víctimas entre la población local de los territorios del Donbás no controlados por el gobierno de Ucrania. Este hecho es confirmado por datos oficiales de la ONU e incluso por los informes del ombudsman de la autoproclamada “república” de Donetsk.
El mito sobre el presunto “genocidio del Donbás” es una de las narrativas principales de la campaña de desinformacion del Kremlin, repetida por Putin o por el jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Sergei Naryshkin.
Con el mismo argumento, Putin justificó una invasión de Rusia a gran escala a Ucrania el 24 de febrero de 2022. «He decidido llevar a cabo una operación militar especial. Su objetivo es proteger a las personas que han sido sometidas a tortura y genocidio por parte del régimen de Kyiv durante ocho años”, dijo Putin en su discurso.
Es importante mencionar que tanto Ucrania como los territorios temporalmente ocupados del Donbás han sufrido bajas en ambos lados como consecuencia de las hostilidades libradas por la propia Rusia desde 2014. Desde entonces Rusia ha intentado asegurar al mundo que el ejército ucraniano quiere “destruir la población del Donbás” y no restablecer la integridad territorial de Ucrania. La propaganda rusa tuvo éxito en este tema, especialmente entre la propia gente rusa.
Pero resulta que los datos oficiales de la ONU sugieren que la cifra de 14.000 muertos indicada por Putin no incluye solo a la población civil. Durante la agresión de Rusia contra Ucrania desde 2014 hasta 2021, unas 14.500 personas realmente murieron en el Donbás. Pero entre ellos, 3.404 son víctimas civiles, 4.400 son militares del ejército ucraniano y 6.500 son miembros de bandas armadas rusas. Es decir, la cifra que usa Putin es el número total de bajas militares y civiles en ambos lados. Entonces, lo que Putin no se cansa de repetir es una manipulación absoluta.
Los datos de las bajas militares de los informes del “comisionado de derechos humanos” de la “república” autoproclamada de Donetsk son aún más bajos que los de la ONU: 4.959 personas muertas. El informe también afirma que la mayoría de todas las muertes ocurrieron entre 2014-2015, cuando murieron 2.546 y 1.395 personas, respectivamente. En 2016 murieron 348 personas; en 2017, 278; en 2018, 154; en 2019, 160 personas. En 2020 en el Donbás murieron 44 personas. Así, 2020 estuvo marcado por la tasa de mortalidad más baja de todo el período del conflicto armado. Pero fue precisamente en este momento cuando el Kremlin comenzó a intimidar aún más a su propia población con la “amenaza ucraniana” y a desacreditar a Ucrania frente a la gente que vive en los territorios ocupados del Donbás.
Es más, los datos oficiales de la ONU también demuestran que desde 2014 la cantidad de las bajas entre los civiles en el Donbás por ambos lados había bajado: el 90 % de los civiles del Donbás fallecieron entre 2014-2015. También en los informes de la “república” autoproclamada de Donetsk sobre las bajas entre la población civil debida al conflicto armado vemos que en 2017 fallecieron 32 personas; en 2018, 19; en 2019, 9 y en 2020, 5 personas.
Pese a estos datos de distintas fuentes, Putin y los propagandistas rusos continúan usando la tesis del “genocidio en el Donbás” para justificar la invasión militar de Ucrania. El 6 de marzo, Putin dijo que “de 13 a 14 mil personas del Donbás fueron muertas en estos años, incluidos 500 niños que fueron asesinados o heridos”. Lo mismo declaró el 16 de marzo.
Durante su discurso en el estadio de Luzhniki el 18 de marzo de 2022 Putin repitió las mismas narrativas, afirmando que Ucrania “ha bloqueado y castigado la población del Donbás” y “llevaba a cabo un genocidio”.
En realidad, según la ONU, desde el 24 de febrero hasta el día 15 de marzo de 2022, 1,5 millones de niños abandonaron Ucrania debido a la amenaza a sus vidas. Según la Oficina del Fiscal General de Ucrania, al 19 de marzo de 2022, debido a los bombardeos regulares de la infraestructura civil por parte de las fuerzas armadas rusas, 112 niños murieron en Ucrania y alrededor de 140 resultaron heridos.
Oficina del Fiscal General de Ucrania, gp.gov.ua
Mientras que, según los informes de la “RPD”, desde el 2014 en los territorios de las “repúblicas” no reconocidas de Donetsk y Lugansk murieron 90 niños.
Los propagandistas del Kremlin y los medios de comunicación rusos continúan difundiendo historias sobre el “genocidio en el Donbás” sin prueba alguna. Pero, a diferencia de la imaginaria “destrucción de la población del Donbás”, el ejército ruso está llevando a cabo un genocidio real, y no mítico, del pueblo ucraniano.
