La entrevista para la Radio Liberty original en ucraniano. Traducido al español por StopFake

“Ahora podemos decir que les hemos advertido”, lamenta uno de los fundadores del proyecto ucraniano de StopFake, Yevhen Fedchenko.

Está convencido de que si Occidente hubiera hecho caso a los ucranianos tres años atrás, y no hubiesen subestimado las amenazas de las acciones activas de Rusia, hoy no tendríamos que protegernos de la influencia rusa en las elecciones, referéndums y enfrentar las consecuencias de tales acciones. Sin embargo Fedchenko cree que no todo está perdido, ya que una parte de los países poderosos están conscientes de la amenaza rusa para sus democracias.

Foto vía Radiosvoboda.org

El bloqueo de las redes sociales rusas. ¿Cuál es su opinión de lo ocurrido?

Estoy apoyando esa idea y creo que era necesario hacerlo desde el principio junto con la prohibición de los canales de televisión rusos en Ucrania. Hay que entender que se trata de sanciones contra las compañías rusas que manejan estas redes sociales. Además eso toca a los sitios web de los canales de televisión rusos que aún estaban disponibles por Internet. Esta decisión tiene un carácter “combo” y toca a la cuestión de las sanciones antirrusas en general; es un paso importante para la soberanía informacional de Ucrania. Esas redes sociales fueron utilizadas para difundir propaganda,  el discurso del odio, llamadas que provocaron la guerra y agresión. En realidad todo en lo que la corte ha basado su decisión acerca del bloqueo de los canales de TV rusos. Los mismos motivos tocaron a las redes sociales.

Además las redes sociales rusas fueron un sitio para los grupos antiucranianos, que socavaban la estatalidad y soberanía del país, se utilizaban para coordinar las actividades de estos grupos y el reclutamiento de nuevos miembros.

Uno de tales ejemplos fue la tensión en las relaciones entre Ucrania y Polonia después de las explosiones en Lutsk y los disparos al Consulado. Justo después ocurrió una presunta manifestación de los supuestos polacos que pidieron a los poderes de Polonia protegerlos. Ni siquiera eran polacos, pero la manifestación fue organizada y coordinada en un grupo de Vkontakte. Y es solo uno de los ejemplos de cómo las redes sociales pueden ser utilizadas para llevar a cabo acciones provocativas.

Los medios de comunicación ucranianos, aunque están bajo las circunstancias de la guerra desde hace tres años, siguen estando en un estado vulnerable frente a los fakes rusos. Lo habíamos visto en el ejemplo de la historia de una supuesta ucraniana que fue víctima de unas adolescentes polacas. ¿Qué mecanismos de protección existen? ¿O estamos hablando de una falta de profesionalismo de los periodistas, cuando tienen que verificar los hechos?

Claro que la falta de profesionalismo de los periodistas siempre ayuda a la difusión de las falacias, la información que no debería ser difundida sin verificación. El periodismo mismo no puede existir sin la verificación de los hechos y ningún periodista o redactor debe publicar la información solo por el motivo de que algún sentimiento de la noticia le parece personalmente cercano. No es el modo en que debe funcionar el periodismo, y eso ayuda a la distribución de la propaganda, que se difunde no solo por los medios rusos —eso es entendible porque pasa allá— sino también por los medios ucranianos. Eso no debería pasar.

Hablando de las redes sociales, mucha gente dice que en realidad Ucrania no tiene posibilidades de bloquearlas en su propio territorio. ¿Vale la pena tomar una decisión que luego no pueda ser realizada?

Siempre vale la pena tomar decisiones, ya que le toca al gobierno tomar las decisiones: incluyendo las que conciernen a la seguridad de sus ciudadanos y la soberanía del país, pues son funciones asignadas al jefe de estado y al gobierno; eso está en su jurisdicción. Los medios técnicos son secundarios. Lo primero es dar una señal muy importante de que Ucrania tiene una palanca mediante la cual puede ejercer presión sobre Rusia; ya que la influencia militar que puede ejercer se está agotando hasta un cierto punto.

Todo lo que puede hacer Ucrania ahora es fortalecer sus potencias militares y aumentarlas, pero eso no le va a permitir adelantarse. Por lo tanto Ucrania cada vez más va a ejercer respuestas  asimétricas a los desafíos que nos da Rusia. Lo que se utiliza para la guerra de información son las herramientas de la guerra de información, al igual que una herramienta de la guerra en general.

Cuando el presidente apoyó al Consejo de Seguridad y Defensa Nacional en torno al tema del bloqueo de las redes sociales rusas, le acusaron de falta de democracia, pero durante todos los años de la guerra con Rusia demandaban hacer algo para fortalecer la defensa y seguridad en el país. A veces las demandas y críticas las escuchamos de las mismas personas. ¿Qué hacer con esto? ¿Quizás sea la falta de comunicación por parte de las autoridades?

De verdad, hay un cierto relativismo en la evaluación de las acciones del gobierno. Cuando el gobierno no hace lo suficiente, lo critican, cuando hace algo, lo critican por lo que hace. Eso pasa en el discurso del pluralismo: significa que tenemos democracia en Ucrania y todos pueden tomar su parte en la discusión. Sin embargo tenemos que ser conscientes de que las cuestiones de la seguridad nacional no están en la lista de cosas para que sean discutidas por el público. Eso es un privilegio del presidente y el gabinete de tomar decisiones acerca de la seguridad. Además el elemento de sorpresa crea oportunidades adicionales. Si esta iniciativa fue discutida previamente y todos sus detalles fueron claros, el adversario podría utilizarlos para minimizar el impacto de la decisión misma.  La sorpresa, en términos de la ciencia militar, es uno de los elementos importantes del éxito.

Cuando empezaron con la iniciativa de StopFake, para muchos en Occidente no fue claro lo que estabais haciendo, porque es un fenómeno que nunca enfrentaron. Ahora lo ven en sus territorios, en sus espacios mediáticos. ¿Cómo pueden aprender de la experiencia que ya tienen Uds.?

¡Ahora podemos decir que les hemos advertido! Es cierto que todo lo que estábamos observando en Ucrania, contra lo que luchábamos, ahora es una realidad para muchos países; la influencia de las noticias falsas y propaganda aumento hasta tal punto que ahora es obvio para muchas naciones. El último ejemplo son las elecciones en Francia, que han demostrado cuánto pueden afectar y cuanto más importante es hacer algunas medidas preventivas que podrían disminuir el impacto.

Fueron llevadas a cabo muchas campañas, que se parecen a cómo StopFake verifica la información, que ayudaron a desmentir los fakes. Los candidatos eran más conscientes de que sus votos podían ser robados a través de las manipulaciones. Por primera vez en el contexto europeo fue demostrado que los medios de comunicación como RT o Sputnik no son fuentes de información fiables. Al haber sido discutido abiertamente en el nivel alto, eso quedará en la percepción oficial francesa: el papel que esas organizaciones pueden jugar en las elecciones de otro país.

Esto envía una señal muy fuerte a otros  países, otros gobiernos, que a este tipo de amenazas hay que tomarlas en serio y no pasarlas por alto; porque la subestimación de la influencia de tales amenazas de Rusia y de la propaganda en particular nos robó el tiempo.  Fue importante porque eso jugó para los rusos que construyeron un sistema para utilizar las herramientas correspondientes en Ucrania, primeramente, y luego cambiarlas de acuerdo al país que quisieran impactar. Pues ahora lo que estamos viendo son las consecuencias.

Aunque si el trabajo hubiera comenzado hace tres años, cuando Ucrania había advertido el crecimiento de esta amenaza en las campañas militares, y si lo hubieran analizado en base a la experiencia ucraniana sobre las propagandas y noticias falsas acerca del conflicto armado y las decisiones tomadas por Moscú, quizás podríamos calcular toda la estrategia en el campo militar. Pero solo ahora, lamentablemente, estamos acercándonos a este proceso.

El servicio secreto alemán durante un año a hablado sobre el peligro de “las medidas activas” en su territorio, específicamente en la víspera de las elecciones parlamentarias. El presidente de los servicios secretos alemanes, Hans-Georg Maassen, abiertamente llama a cambiar las leyes para que sea posible hacer la contraofensiva, en particular habló sobre la posibilidad de destruir los datos robados en los territorios de otros países o destruir los servidores que están utilizados para acciones criminales. ¿Qué le parecen tales ideas?

Yo creo que todas las herramientas pueden ser funcionales, porque se trata de la defensa de la soberanía del país y de una prevención de la intervención desde afuera. Si se realizan mientras la guerra está de pie, pues serán conscientes de las herramientas y métodos que pueden usar. Pues entonces no habrá discusiones sobre si la herramienta era lo suficientemente democrática y aceptable. Si hablamos de la defensa de la soberanía, incluyendo el área informacional, pues son legales y aceptables y no contradicen los derechos de los ciudadanos de estos países, porque el primer derecho de ellos es la seguridad. Tienen el derecho de ser advertidos sobre el peligro. Tienen derecho a tener elecciones libres y transparentes, tienen derecho a la democracia.

Pues proteger la misma democracia es la primera tarea del estado, porque no siempre las amenazas para la democracia vienen con tanques y fuego. Pueden ser llevadas a cabo de otras maneras; más lento, más oculto y llevar a consecuencias mucho más constantes y terribles.

Si estos métodos sirven para proteger la democracia, pues los ciudadanos van a seguir disfrutando de sus libertades y seguridad, pero si perdieran la soberanía, luego pueden olvidarse de la democracia.

Eso podemos observarlo si echamos un vistazo a los cuasi-repúblicas  controladas por Rusia. Los regímenes que crea en ellas están muy lejos de ser democráticos. Y eso es en lo que Rusia convierte  sus esferas de influencia.  A los que quieren ver cómo funciona la influencia de Rusia, mirad la experiencia de las “repúblicas” de Donetsk y Lugansk y consideran si a Uds. les gustaría esta forma de “estado”.

Desde el tiempo cuando Ucrania cayó víctima de una guerra híbrida, el impacto de “las medidas activas” rusas lo han sentido países que nunca se han asociado con Ucrania. Vimos la influencia de la desinformación rusa en el referéndum en los Países Bajos, en Gran Bretaña, en las elecciones de EE.UU. y Francia. ¿Estamos lejos de una decisión política para resistir?

Ya tenemos suficiente de los datos primarios, y no solo se trata del caso de Ucrania, sino también los de los países europeos y de los Estados Unidos. Hay muchas investigaciones detalladas que pueden ser usadas para dar el último paso y tomar la decisión política. Ya hay que hacer este último paso, pero aquí es necesario tener lo que llamamos la voluntad política para que estas cosas sean habladas. Algunos países ya hacen algo en este campo, otros empiezan a hacer sin hablar de esto públicamente, y hay un tercer grupo de los que aún siguen negando que la guerra informacional está siendo llevada contra sus ciudadanos, porque si lo reconocieran tendrían que hacer algo.

Autora: Maria Shchur

Fuente: Radio Svoboda

Traducido por StopFake