La propaganda contra la UE difundida por organizaciones terroristas y países terceros como Rusia se extiende rápidamente por las redes sociales. El Parlamento reflexiona hoy sobre cómo rebatir de manera eficaz la desinformación. La eurodiputada Anna Fotyga, responsable del informe que votará el pleno este miércoles, cree que se trata de una “continuación de los métodos de la Guerra Fría” y reclama en una entrevista que se invierta mucho más en las campañas para combatir la radicalización.

Foto vía Europarl.europa.eu
Foto vía Europarl.europa.eu

La eurodiputada polaca Anna Fotyga, del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, preside la subcomisión parlamentaria de Seguridad y Defensa y forma parte de la comisión de Exteriores.

¿Qué impacto tiene este tipo de propaganda? Hay muchas teorías sobre lo que sucedió en Estados Unidos, pero ¿tiene el poder de afectar a las elecciones en Europa?

Desde la agresión rusa a Ucrania y la anexión de Crimea han sucedido muchas cosas. Fue una llamada de atención.

Desde nuestro punto de vista en Europa central y oriental, Rusia empezó a distorsionar la información e influir en los mercados de los medios mucho antes. Era una pura continuación de los métodos y las herramientas utilizados durante la Guerra Fría.

Por supuesto, influye en las sociedades de la UE y en otros países. Seguramente los ciudadanos de Estados Unidos son también el blanco de la propaganda rusa con el uso de muchas herramientas tales como la cadena de televisión Russia Today.

¿Por qué el Estado islámico ha logrado llegar a los jóvenes musulmanes en Europa a través de internet? ¿Cómo puede Europa defenderse?

Desafortunadamente, no son solo los jóvenes musulmanes. Han logrado atraer a personas de distintas generaciones y religiones, y conseguir que se conviertan y permanezcan radicalizados.

He conocido a muchos ministros de los Estados miembros de la UE, y para los que tienen que tomar las decisiones es un trauma saber que los jóvenes pueden volverse en contra de su propia nación. Es realmente difícil  hacerle frente, pero estamos preparados para ello, y empezamos a recibir apoyo a nivel europeo también.

Mi informe menciona instrumentos específicos para identificar la desinformación. Subrayo además la necesidad de explicar los patrones de radicalización.

Los países de la UE tienen herramientas a su disposición para supervisar los medios sociales y detectar casos de radicalización. Esto requiere un gran esfuerzo, pero ahora somos conscientes del alcance de la situación gracias a una cooperación muy abierta y a las informaciones que nos llegan de distintos Estados miembros.

La financiación sigue siendo un problema. Tenemos que invertir mucho más en estas campañas para luchar contra la radicalización.

Fuente: Parlamento Europeo