Autor: Pavel Merzlikin para Meduza

La versión traducida y resumida por StopFake

Después de una marcha de la ultraderecha en Charlottesville (estado de Virginia de EE.UU.); durante esta marcha también pasó una manifestación de sus oponentes. En el conflicto desatado una mujer de 32 años falleció y 19 personas fueron heridas. Las compañías tecnológicas empezaron a bloquear páginas web como The Daily Stormer, donde fue promocionada la idea del racismo blanco. Lo peculiar es que los ultraderechistas registraron otro sitio web en la zona de RuNet con .ru. También los de la ultraderecha norteamericana empezaron a inundar las redes sociales rusas.  

El redactor de The Daily Stormer, Robert Ray, en la marcha de los neonazis en Charlottesville, el 11 de agosto de 2017

El pasado 15 de agosto una popular página web entre los neonazis estadounidenses fue registrada con el dominio .ru. Anteriormente Google y el registrador norteamericano GoDaddy se habían negado a indexar esta página web. Uno de los fundadores de The Daily Stormer, Andrew Anglin, llamó a la fallecida mujer “gorda puta que no tiene hijos”.

Por la recomendación del Roskomnadzor en menos de un día la página web fue bloqueada por el contenido extremista y porque provocaba conflictos sociales, raciales y nacionales.

Aunque fue registrado, el sitio web dailystormer.ru no estuvo disponible para los usuarios. La razón de porqué el sitio web no fue lanzado es el rechazo por los servicios de protección de los ataques DDoS.

Además The Daily Storm tiene su grupo oficial en la red social rusa VK.com.

Es muy probable que el servidor de la página web de Daily Stormer se ubique en Rusia, concluye el usuario Bill Saider, que se hace llamar investigador de seguridad informacional. Sus conclusiones fueron hechas en base a evidencias indirectas. The Daily Stormer ocultaba su IP original, pero Saider la encontró en los títulos de los correos electrónicos que fueron enviados a los administradores del sitio web. Y esta dirección IP tiene dos vínculos con Rusia: así está registrada en la base de datos oficial de direcciones IP del registrador regional europeo RIPE como ruso; además el proveedor de direcciones IP especificó su correo electrónico como [email protected].

Por el bloqueo de los grupos de Facebook donde se juntaron los ultraderechistas, ellos se fueron a las redes sociales rusas. Por ahora en Vkontakte ya hay más de cien grupos de  afiliación ultraderecha, incluyendo usuarios de los Estados Unidos, Alemania, Suecia y otros países; además existen varias decenas de comunidades solamente con extranjeros, que cuentan con casi 30 mil participantes.

Un tal usuario, Henry de Houston, contó a “Meduza” que Vkontakte no es tan limitado como Facebook. “Por ejemplo, no se puede publicar una opinión alternativa sobre Holocausto, racismo, masones. Ni siquiera se puede publicar sobre Adolfo Hitler”, dijo Henry. Los administradores de Facebook a menudo bloquean a Henry por sus publicaciones.

“La fuga de Facebook a VK se convierte en una tendencia entre la ultraderecha. Por aquí no hay tanta censura”, comenta Henry.

Muchos de los ultraderechistas estadounidenses se registraron después de las marchas en Charlottesville.

Al mismo tiempo son conscientes de que en Rusia te pueden meter a la cárcel por expresar ideas extremistas en Internet.

Los representantes de Vkontakte dicen que por ahora no bloquean a los usuarios solo por expresar ideas nacionalistas. Además aunque la página web dailystormer.ru fue bloqueada por la sugerencia del Roskomnadzor, Vk.com no ha bloqueado su grupo.

Hay un detalle muy peculiar y es que los extranjeros que publican entradas extremistas o símbolos nazis no llevan la misma responsabilidad que los usuarios que son ciudadanos de Rusia. Hasta ahora a los extranjeros no los persiguieron por la ley rusa por publicar algún contenido extremista, testifica el abogado del grupo “Agora”, Damir Gaynutdinov.

“La ley rusa teóricamente permite traer a un estadounidense, por ejemplo, a la justicia, pero prácticamente eso no es posible llevar a cabo”, dice Gaynutdinov y agrega que “lo máximo que pueden hacer es bloquear el contenido”.

Autor: Pavel Merzlikin para Meduza