El arsenal nuclear táctico de Rusia supera en unas diez veces las reservas estadounidenses en Europa. Según estimaciones de la OTAN, hay entre 1.500 y 2.000 unidades de ojivas nucleares en las instalaciones de almacenamiento rusas, lo que es diez veces más que las 150-200 bombas estadounidenses de caída libre colocadas en Europa.

Los medios rusos, refiriéndose a las palabras del presidente ruso, Vladimir Putin, difundieron notas manipuladoras de que 200 municiones nucleares tácticas estadounidenses estacionadas en Europa amenazan a Rusia y a Belarús. Se indica que Rusia y Belarús debido a tal hecho “se ven obligados a velar por su seguridad”. Los artículos también echan la culpa a la política agresiva de la OTAN: «La actual situación de crisis fue provocada por los países de la OTAN que se declararon una alianza nuclear«.

«Putin cuenta sobre las bombas nucleares de EE.UU. en Europa» – 360tv.ru

Putin, manipulando con los hechos, declaró que existe la «amenaza» de un ataque nuclear por parte de los países de la OTAN. Sin embargo, la OTAN nunca ha amenazado a Rusia con el lanzamiento de ojivas, a diferencia de los altos funcionarios del Kremlin. Por ejemplo, en mayo de 2022, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev, anunció la «posibilidad de que el conflicto con la OTAN se convierta en una guerra nuclear», y el 12 de junio, la portavoz del Exteriores de Rusia, Maria Zajarova, amenazó directamente con un ataque nuclear en Polonia.

No obstante, tales datos parecen amenazantes, si se ven fuera de contexto. Cabe señalar que, según los analistas de la OTAN, el arsenal nuclear táctico de Rusia supera en unas diez veces el arsenal estadounidense en Europa. Según las estimaciones de los expertos de la OTAN, al 2020 Rusia cuenta con aprox. de 1500 a 2000 ojivas nucleares en las instalaciones de almacenamiento rusas, en comparación con las 150 a 200 bombas estadounidenses de caída libre en instalaciones de almacenamiento especiales en Europa.

La OTAN es una alianza nuclear. Este hecho no es un secreto y nunca ha sido ocultado por los países miembros de la alianza. Se sabe que la OTAN incluye tres Estados que tienen arsenales nucleares: EE. UU., Gran Bretaña y Francia. Después del final de la Guerra Fría, el foco de las discusiones de la Alianza se centró principalmente en aspectos de temas nucleares como el desarme y la política de disuasión nuclear.

Según las estadísticas oficiales de la OTAN, en el apogeo de la Guerra Fría, Estados Unidos desplegó unas 7.300 armas nucleares en Europa. Sin embargo, todo cambió a fines de la década de 1980 y principios de la de 1990, cuando Occidente comenzó a desarmarse. Esto fue posible tras firmar con la URSS –y, tras su colapso, con Rusia– una serie de acuerdos sobre la reducción de armamentos estratégicos.

Como parte del acuerdo, la OTAN se deshizo del 90 % de sus armas nucleares en Europa. En gran medida, esto fue facilitado por la decisión del presidente estadounidense, George Bush, de retirar unilateralmente las armas nucleares no estratégicas. La decisión conocida como Iniciativas Nucleares Presidenciales fue anunciada el 27 de septiembre de 1991. Como parte de la iniciativa americana, solo en el período de 1991 a 1993, Estados Unidos retiró de Europa unas 3.000 unidades de armas nucleares tácticas. Estados Unidos eliminó la mayor parte de su artillería nuclear; ojivas nucleares de misiles tácticos, minas nucleares antipersonal y desmanteló armas nucleares tácticas de barcos, submarinos multipropósito y aeronaves navales. El proceso de desarme continuó incluso después de eso.

Por otro lado, las autoridades soviéticas y luego las rusas se comprometieron a hacer lo mismo, pero la promesa solo se cumplió parcialmente. Rusia exportó armas nucleares a su territorio desde países que estaban bajo ocupación soviética, incluido el arsenal ucraniano. La situación cambió en 2014, cuando Rusia ocupó Crimea, lanzó la agresión contra Ucrania y comenzó el desarrollo de misiles de crucero.

En 2016, la OTAN calificó el comportamiento de Rusia en términos de armamento como uno que provoca «grave preocupación«. En 2017, el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, introdujo las primeras sanciones relacionadas con el desprecio del Kremlin por el Acuerdo sobre la Eliminación de Misiles de Medio y Corto Alcance. El documento de 1987 preveía la eliminación de toda una clase de misiles terrestres, tanto convencionales como nucleares, con un alcance de 500 a 5.500 kilómetros. Como resultado, en 2019, Rusia se retiró del Tratado y comenzó una carrera armamentista ya abierta.

Después de la invasión rusa a Ucrania a gran escala en febrero de 2022, los Estados miembros de la OTAN revisaron su Concepto Estratégico. La Alianza del Atlántico Norte reconoció a Rusia como la «amenaza más significativa y directa» para la seguridad en Europa. La Alianza también acusó a Rusia de utilizar sistemáticamente la coerción, la subversión, la agresión y la anexión como herramientas de política exterior, así como el chantaje nuclear.