Fuente original: Yurii Bershidskii para The Insider

Traducido y resumido por StopFake

Las imágenes publicadas por trolls en Instagram habitualmente son menospreciadas en comparación a otros impactos de ellos en las redes sociales. Sin embargo, la información visual impacta tanto como las palabras, escribe en su artículo para The New York Times, Shira Frenkel. The Insider ofrece la traducción completa de su artículo.

La popularidad duradera de una provocativa publicación en Instagram, creada por una compañía relacionada con el Kremlin, muestra por qué la batalla contra la propaganda en las redes sociales no será fácil.

Por ejemplo, vemos una foto de una mujer en hijab negro sonriendo con unaa descripción provocativa de que ella “odia” a todos, empezando con europeos y cristianos, terminando con jamón, vino y lesbianas, pero al mismo tiempo se “queja de la islamofobia”.

La imagen fue publicada el 8 de noviembre por el usuario Merican Fury y hasta el momento más de 6 mil de personas le dieron “me gusta”. Muy probablemente  los usuarios ni se enteraban de que esta imagen fue creada por la infame Agencia de Investigaciones de Internet (N. del A. la fábrica de trolls de Olgino, suburbios de San Petersburgo). Allí trabajan cientos de personas que se meten en las discusiones en línea, alimentando disputas a través de comentarios en publicaciones y creando publicaciones provocativas en las redes sociales. Y aunque la cuenta que fue la primera en difundir la imagen provocativa ya ha sido eliminada por la administración de Instagram, otras cuentas siguen compartiéndola.

Instagram cuenta con 800 millones de visitas mensuales.

“Instagram es una gran difusor de la propaganda hecha por la Agencia de Investigaciones de Internet, al menos está en el mismo nivel que Twitter”, dijo en su informe Jonathan Albright, el director del Centro de Periodismo Digital de la Universidad de Columbia.

El portavoz de Facebook, Tom Raynolds, dijo que ellos detectaron y borraron unas 170 cuentas de Instagram conectadas con la fábrica de trolls que difundieron unas 120 mil de publicaciones.

Albright analizó 28 de estas cuentas y descubrió unos 2,5 millones de casos de interacción (reposts, me gusta, enlaces) con las publicaciones de estas cuentas y unos 145 millones de vistas probables.

Por ejemplo, la misma imagen con la mujer en hijab fue compartida por la cuenta Republican.s, que informalmente representa la opinión del partido republicano de EE.UU. en Instagram y tiene más de 100 mil de seguidores.

El autor del libro «En el gancho: cómo crear productos que forman un hábito», Nir Eyal, cree que Instagram fue hecho especialmente para el intercambio rápido y fácil de las imágenes.

Dentro de Instagram los usuarios habitualmente hacen regramming, compartiendo imágenes de otros usuarios, o copiados de otras redes sociales, por lo tanto es casi imposible borrar una imagen del sitio web completamente.

Las imágenes creadas por estas cuentas rusas fueron dirigidas a provocar interés en las cuestiones que dividen la sociedad y a causar rabia.

Fuente original: Yurii Bershidskii para The Insider

Traducido y resumido por StopFake