Fuente: EU vs. Disinfo

La deshumanización es un rasgo bastante común en situaciones de conflicto, donde los oponentes generalmente intentan generar apoyo para sus propias acciones, así como disminuir el apoyo a su adversario a través de una retórica dura y de la difusión de la desinformación sobre el otro lado.

Dentro de la maquinaria de la desinformación pro-Kremlin, la deshumanización a menudo se utiliza como una herramienta para denigrar en particular al ejército: las Fuerzas Armadas de Ucrania. Esto pasa a pesar del hecho de que la línea oficial del Kremlin (al contrario a la evidencia) es que Rusia no está involucrada en la guerra en el este de Ucrania.

A la luz de las nuevas afirmaciones sobre el ejército ucraniano esta semana, nos pareció oportuno analizar la desinformación pasada sobre ello. No se ha proporcionado evidencia para respaldar ninguno de estos reclamos propagandísticos.

Primero, la historia de esta semana, que transmitió un mensaje dual sobre la presunta crueldad del ejército ucraniano, tanto como sobre la amoralidad en Occidente (otro tema favorito en la esfera de desinformación pro-Kremlin):

«Los ricos de los países occidentales pueden comprar el derecho a matar civiles del Donbás, tal «safari» es facilitado por el ejército ucraniano».

Esta afirmación truculenta e infundada tiene su origen en uno de los partidos oficiales del conflicto, fue dicha por el portavoz de la autoproclamada República Popular de Donetsk.

En segundo lugar, otra afirmación absurda que, sin embargo, se ha repetido varias veces:

«Los zombis luchan en las fuerzas ucranianas en el Donbás. Siguen combatiendo incluso después de recibir un disparo en la cabeza”.

Suena aterrador. Pero, ¿qué podría ser aún más aterrador? Pregúntale a TV Zvezda, el canal de televisión oficial del Ministerio de Defensa de Rusia, y les aparecerá la respuesta: ¡zombis nazis!

«Los zombis nazis que luchan en el ejército ucraniano salieron de sus tumbas«.

Tercer artículo, sin evidencia ni pruebas, informó que en los hospitales militares ucranianos sucede algo raro:

«Oficiales de la Aduana francesa en el aeropuerto de París Orly confiscaron un envío ilegal de órganos humanos desde Ucrania. El cargamento contenía 200 tabiques nasales y la misma cantidad de esfínteres externos del ano, fueron enviados desde el Hospital Militar de la ciudad de Dnipro».

Además, de acuerdo con las narrativas de desinformación, el ejército ucraniano no tiene respeto por la iglesia y la religión, como se afirma en la siguiente historia:

«Comisarios militares asaltaron el monasterio masculino de la región de Lviv para entregarles una convocatoria para el servicio militar obligatorio en el ejército«.

Este reclamo fue rápidamente desacreditado por el mismo monasterio que negó cualquier redada en sus instalaciones.

También hay historias que pretenden menospreciar al ejército; por ejemplo, una afirmando que hay una brote de peste entre los soldados ucranianos o que no hay suficientes conscriptos dispuestos para servir en las Fuerzas Armadas, así que tienen que alistar a los criminales.

Aunque esta no es una lista completa, sí sirve para ilustrar cómo se está utilizando la deshumanización y la alienación de las Fuerzas Armadas ucranianas dentro del universo de la desinformación pro-Kremlin con fines de disminuir el apoyo y la simpatía hacia Ucrania.

 El juego de provocación 2.0

El 11 de junio, se lanzó una campaña de desinformación específica en torno a la visita de la delegación de la UE a Ucrania.

La desinformación afirmó que las fuerzas de seguridad ucranianas estaban preparando una provocación en el Donbás; supuestamente planearon derribar el helicóptero de la delegación de la UE para culpar a los separatistas prorrusos del ataque. Como hemos destacado anteriormente, esta es una forma típica de desinformación pro-Kremlin: advertir de «provocaciones» para sembrar la desconfianza y la disrupción entre los socios.

La desinformación provino de una de las partes del conflicto: se publicó por primera vez en el sitio web del llamado ministerio de seguridad de la autoproclamada república de Donetsk. La historia fue promocionada activamente durante el primer día después de la publicación cuando el volumen de su extensión alcanzó su punto máximo, mientras que al día siguiente se ralentizó rápidamente y casi se detuvo después de tres días.

La misma historia fue publicada en diferentes idiomas: ruso, inglés, español, alemán y francés en más de 70 sitios web diferentes; fue publicada en Twitter, la red social rusas Vkontakte, blogs, foros, YouTube e incluso en la sección de comentarios de Bloomberg debajo de un artículo de noticias.

Según la herramienta de análisis digital Brandwatch, la desinformación ganó más de 600 mil reacciones en Twitter. Tuvo éxito en obtener una amplia cobertura mediática en Rusia, pero no llegó a los principales medios de la UE, al menos no en los idiomas analizados. Salvo la agencia de noticias estatal rusa Sputnik, que se ocupó de la propagación en los idiomas de las naciones de la UE.

El patrón de diseminación de tal desinformación fue distinto en inglés y en ruso. A las 7 de la mañana del 11 de junio, docenas de medios de desinformación en ruso publicaron la historia con intervalos cortos. En inglés, la historia primeramente apareció solo en South Front. Luego, fue fuertemente difundida en Twitter por cuentas cuya actividad es similar al comportamiento de los bots. La primera cuenta de Twitter que mencionó la historia tiene un promedio de 250 Tweets diarios. El primer día, la historia llegó a más de 200 mil usuarios de Twitter en inglés.

Afortunadamente, la campaña de desinformación no logró interrumpir la visita, pero demostró ser capaz de obtener una amplia cobertura mediática en Rusia, cobertura limitada dentro de la UE y un alcance relativamente bueno en las redes sociales. Todo esto para una desinformación donde nunca se presentó evidencia de la supuesta amenaza de «provocación».