Varios medios rusos (АiF.ru , IZ.ru, RT, News.Sputnik, КP.ru, 5-TV) publicaron una noticia que afirma que los ucranianos son la razón principal por la cual la República Checa se niega a recibir inmigrantes de Siria y África.

Los medios rusos citaron al primer ministro checo, Andrey Babis como informa Radio Praga, quien dijo que «la República Checa no aceptará más refugiados que crucen la Unión Europea a través del Mediterráneo, ya que reciben gente de Ucrania». Lo anunció en vísperas de la reunión dedicada a la inmigración ilegal de los países africanos con los presidentes de gabinetes de Malta y de Italia.

«La República Checa no quiere recibir inmigrantes por culpa de los ucranianos»

Por su parte, los medios rusos lo tergiversaron como si se quejara de “la afluencia de migrantes desde Ucrania” o de que Chequia “ha recibido mucho ciudadanos ucranianos”.

En realidad no hay nada nuevo en tal afirmación de Babis, porque ya en 2017 la República Checa se había negado a recibir a los inmigrantes, informa la BBC. Según su sistema de cuotas, se suponía que la República Checa, hasta septiembre de 2017, otorgaría asilo para 2 691 migrantes, pero no lo hizo.

Según el Ministerio del Interior de la República Checa, muchos ciudadanos de Ucrania realmente viven y trabajan en el país. Al 31 de mayo de 2018, de 542 mil extranjeros que residían legalmente en el país el 22,5% (o 122 mil personas) vienen de Ucrania.

Este indicador es el más grande. El segundo lugar lo ocupan los ciudadanos de Eslovaquia, que son más de 110 mil; el tercero,  los rusos, con 36 mil. Entre 374 mil trabajadores- migrantes legales en Chequia 70 mil son ucranianos, los otros vienen de los países de la UE. Según la información dada por el noticiero checo Hospodářské noviny, durante los últimos 2 años, más de 24 mil ciudadanos de Ucrania fueron empleados en la República Checa; son traídos al país por las empresas, ya que el país carece de mano de obra calificada. Comparado con esto, solo 8 personas de Ucrania recibieron asilo en 2017.

En uno de últimos informes del Ministerio del Interior de la República Checa, en el primer medio año de 2018 la policía detuvo 2 376 migrantes ilegales, entre ellos la mayoría viene de Europa del Este Ucrania, Rusia y Moldova.

Vale la pena señalar que el jefe del gobierno checo ha hablado en repetidas ocasiones contra la migración ilegal desde África. Por ejemplo, en julio la República Checa se negó a aceptar 450 inmigrantes, a quienes las autoridades italianas rescataron cerca de la costa del país, refiriéndose a los acuerdos de los líderes de la UE.