El vídeo en cuestión lleva circulando por la red al menos desde principios de 2015. En él aparece una parte del Cementerio Occidental de Odesa, donde antes se enterraban, bajo placas numeradas, desechos quirúrgicos, cadáveres no identificados y los cuerpos de los llamados «negados» (es decir, aquellos a los que sus familiares y amigos no llevaban a enterrar).

Los denominados canales Z anónimos en Telegram, así como algunos usuarios de la red, están difundiendo un vídeo en el que se afirma que militares ucranianos desaparecidos están enterrados bajo los letreros «residuos anatómicos». Cabe señalar que la propaganda rusa difunde regularmente informaciones según las cuales Ucrania estaría ocultando los hechos de los trasplantes de órganos de sus militares. Podrá encontrar ejemplos de este tipo de desinformación aquí.

Captura de pantalla de facebook.com: “Cementerio terrorífico en los alrededores de Odesa”

Este vídeo lleva circulando por internet al menos desde principios de 2015. En la red se puede encontrar la versión completa de 19 minutos de este vídeo, que muestra el camino al cementerio.

En 2016, los periodistas de StopFake ya habían prestado atención a la versión completa de este vídeo. En aquel momento, los medios de comunicación rusos difundieron la desinformación de que supuestamente había aparecido un «cementerio secreto» cerca de Odesa, donde se enterraba en secreto a soldados ucranianos que participaban en la Operación Antiterrorista en el este de Ucrania (ATO). El lugar que aparece en el vídeo forma parte del Cementerio Occidental de Odesa. Mediante el análisis de imágenes por satélite, se estableció que esta parte del cementerio apareció varios años antes del inicio de la ATO, lo que significa que las tumbas del vídeo no están relacionadas en modo alguno con las supuestas fosas comunes de soldados ucranianos.

Captura de pantalla de TerraServer

El hecho de que este cementerio exista es utilizado regularmente por los propagandistas para difundir diversas desinformaciones: sobre las fosas comunes de los soldados ucranianos, sobre las tumbas secretas de las víctimas de la tragedia del 2 de mayo en Odesa, sobre las actividades de los transplantólogos negros. Sin embargo, aquí no hay ningún misterio. Ya en 2010, el periodista de Odesa Oleksandr Velmozhko mencionó en su artículo sobre la industria funeraria en Odesa que había tumbas con placas de cemento en las que se leía «hombre desconocido», «mujer desconocida» o «desechos anatómicos». Velmozhko escribe que estas tumbas contienen personas no identificadas y bebés muertos. «Lo más horroroso que vi fueron las mismas tumbas sin marcar, con letreros que decían ‘desechos anatómicos’ en lugar de ‘hombre’ o ‘mujer’. Se trata de piernas y brazos amputados, partes del cuerpo disecadas y todo lo que queda después de una difícil práctica médica», escribe Velmozhko.

Esta parte del Cementerio Occidental fue visitada en 2015 por otro periodista de Odesa, Anton Dotsenko. En su artículo, escribe que se han destinado varias parcelas al enterramiento de residuos anatómicos, así como de cadáveres no identificados y cuerpos de los llamados «negadoos» (es decir, aquellos que no fueron llevados al funeral por sus familiares y amigos) en el Cementerio Occidental.

Después de que los medios de comunicación rusos comenzaran a escribir que víctimas desconocidas de la tragedia del 2 de mayo habían sido supuestamente enterradas bajo los carteles de «residuos anatómicos», Tetiana Gerásymova, jefa de la agencia de expertos y analistas «Grupo 2 de mayo», que investiga los trágicos sucesos del 2 de mayo de 2014 en Odesa, declaró que sus analistas habían comprobado cuidadosamente todas las versiones y rumores, incluido este. Llegaron a la conclusión de que esa información no se corresponde con la realidad y se utiliza exclusivamente con fines propagandísticos.

Cabe señalar que en los cementerios de todas las grandes ciudades hay parcelas de este tipo: en ellas se entierran residuos anatómicos de hospitales y tanatorios, así como -a costa del presupuesto municipal- a personas sin hogar y a personas que no tienen familiares a quienes enterrar. Y muy a menudo, estos lugares se utilizan para difundir rumores de pánico tras catástrofes y disturbios«, explica Gerásymova.

Anteriormente los periodistas de StopFake habían analizado detalladamente la narrativa propagandística sobre la supuesta actividad de los “transplantólogos negros” en el territorio de Ucrania desde el comienzo de la guerra:“Foto falsa: La morgue de Mykolaiv destina los cuerpos de los soldados ucranianos al “tráfico de órganos”, “Falso: La Cruz Roja juntaba los datos sobre los órganos sanos de los niños de Mariúpol”.