Numerosos testimonios de los refugiados ucranianos que se vieron obligados a evacuarse al territorio de Rusia no concuerdan con las declaraciones de la ombudsman rusa, Tatyana Moskalkova. Además, sus declaraciones se contradicen con los datos oficiales de las autoridades ucranianas, que confirman la deportación forzosa de personas a diferentes regiones de Rusia.

Los medios rusos, refiriéndose a la declaración de la ombudsman de Rusia, Tatyana Moskalkova, afirman que Rusia no lleva a cabo una deportación forzosa de la población de Ucrania desde los territorios ocupados por las tropas rusas.  

Moskalkova el 12 de abril dijo que «nunca ha habido una reubicación forzosa de refugiados a Rusia, es mentira». Según la información dada por los medios rusos, hasta el 11 de abril 740 mil personas llegaron desde Ucrania por las fronteras con Rusia. La mayoría de los desplazados ingresaron a través de la región de Rostov. Se afirma que entre los que llegaron se encontraban más de 206.000 ciudadanos rusos, 413.000 ciudadanos de las “repúblicas” autoproclamadas de Donetsk y Lugansk y 117.000 ciudadanos de otros países. 

«Moskalkova negó la deportación forzosa de los refugiados» – ria.ru

A su vez, la comisionada de la Verkhovna Rada de Ucrania para los Derechos Humanos, Lyudmyla Denisova, dijo que cada día alrededor de 20.000 personas son deportadas a Rusia desde las regiones de Donetsk y Lugansk; los ucranianos ya están en 35 regiones de Rusia. Así, durante la guerra a gran escala con Ucrania, más de 700.000 ciudadanos fueron deportados a Rusia desde las regiones de Donetsk y Lugansk, incluidos 150.000 niños.

El esquema de distribución de los ucranianos que llegan a Rusia se introdujo antes del comienzo de la invasión rusa a gran escala en Ucrania. El gobierno ruso se estuvo preparando de antemano para la deportación de la población de Ucrania y el 18 de febrero emitió una resolución que regulaba la distribución de hasta 95.000 personas en las regiones de Rusia, incluidos ciudadanos de Ucrania. En el comunicado de prensa publicado el 4 de marzo luego de una reunión entre Tatiana Moskalkova y el gobernador de la región de Rostov, se supo que casi 13.000 personas fueron enviadas a distintas regiones de Rusia desde las regiones ocupadas del Donbás. Entre ellos también hay más de 6 mil niños. El 18 de febrero, bajo el pretexto del supuesto ataque de las Fuerzas Armadas de Ucrania contra los territorios ocupados del Donbás, se inició la evacuación forzosa de la población local, principalmente mujeres y niños, hacia Rusia desde los territorios de las «repúblicas» no reconocidas. Desde entonces, las autoridades rusas han estado recopilando estadísticas generales sobre todas las personas que ingresaron a Rusia desde Ucrania.

El documento del gobierno ruso sobre la «distribución» de las personas desplazadas de Ucrania en distintos regiones de Rusia – publication.pravo.gov.ru

La ciudad de Mariúpol ha sufrido la mayor cantidad de este tipo de deportaciones. Según el ayuntamiento de Mariúpol, el 90 % de la infraestructura crítica de la ciudad ha resultado dañada y el 40 % de sus casas residenciales han sido destruidas.

Las declaraciones de Tatiana Moskalkova no tienen en cuenta el hecho de que, desde el comienzo de la ocupación, el ejército ruso no permitió la apertura de corredores humanitarios en la ciudad hacia los territorios controlados por el gobierno ucraniano y, por lo tanto, creó deliberadamente una catástrofe humanitaria en la ciudad. Según el jefe de la Administración Militar Regional de Zaporizhia, Oleksandr Starukh, los primeros refugiados de Mariúpol pudieron llegar a Zaporizhia en su propio transporte recién el 14 de marzo. Durante las dos primeras semanas, los convoyes de refugiados no habían podido salir de la ciudad porque las tropas rusas disparaban regularmente a los corredores humanitarios hacia los territorios controlados por Ucrania. El ejército ruso dijo más tarde que los corredores humanitarios funcionarían solo a cambio de la rendición de la ciudad.

«Desde el principio, Rusia se opuso a la evacuación de la población. A los residentes de Mariúpol, cuando intentaron escapar de la ciudad a principios de marzo, en el primer puesto de control los militares rusos les dijeron:»No tenemos ninguna orden para dejaros ir de la ciudad. Volveos a casa o dispararemos”, informaron en el ayuntamiento de Mariúpol.

La situación de los corredores humanitarios sigue siendo difícil en todas las zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk ocupadas por las tropas rusas. Según la viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, los corredores humanitarios del 13 de abril no funcionaron en toda la línea del frente: «En la región de Zaporizhia, los ocupantes bloquearon los autobuses de evacuación y en la región de Lugansk están violando el alto el fuego«. En Melitopol, las tropas rusas tampoco permiten que las personas se vayan al territorio relativamente seguro de Ucrania y, en cambio, las obligan a inscribirse para la evacuación a la Crimea ocupada por Rusia.

«A los residentes de Melitopol les permiten evacuarse solamente a Crimea y allí se prepara para la guerra» – ria-m.tv

Muchos residentes de Mariúpol fueron presionados por los militares rusos para evacuar a Rusia: el ejército ruso los obligó a salir de sus escondites y los envió a «campos de filtración» especiales para identificarlos e interrogarlos. Los que pasaron la «filtración» fueron transportados a diferentes regiones de Rusia.

El alcalde de Mariúpol, Vadym Boychenko, también confirmó a mediados de marzo que los residentes de Mariúpol capturados durante los combates fueron llevados a campos de filtración, donde los ocupantes rusos revisaron los teléfonos y documentos de las personas.

“Después de la inspección, algunos residentes de Mariúpol fueron redirigidos a ciudades remotas en Rusia, el destino del resto sigue siendo desconocido», dijo Boychenko

Al 7 de abril ya alrededor de 30-40 mil de personas fueron deportadas hacia Rusia, agregó el vicealcalde de Mariúpol, Sergii Orlov. Además Orlov dijo que hay dos opciones para la deportación: primero un campo de acumulación y luego un campo de filtración. Los que no pasen la filtración van a ser llevados a las cárceles en el territorio del Donetsk ocupado.

«Fuimos llevados forzosamente». Miles de los residentes de Mariúpol ahora están en Rusia. – bbc.com

Las mismas historias cuentan los testigos que pasaron por los campos de filtración en Donetsk, Novoazovsk, la región de Járkiv y Mangush. También fue confirmada la información sobre un campo de filtración creado por los rusos en Dokuchayevsk, en la región de Donetsk. Allí masivamente llevan a los civiles y les sacan los documentos personales. Luego durante los interrogatorios intentan identificar a las personas que participaron en la Operación de las Fuerzas Conjuntas y a los policías. Después les llevan a Taganrog (en la región de Rostov, Rusia) y a Krasnodar (Rusia). 

La viceprimerministra Iryna Vereshchuk también comentó sobre los campamentos de filtración: «Se filtran allí como en la Alemania nazi; se clasifican en confiables y no confiables, se confiscan sus documentos, se los revisa en busca de tatuajes. Y si una persona tiene algo en forma de tridente o de nuestro escudo de armas, la persona desaparece y ya no se puede encontrar. Los niños son quitados de sus padres, los niños de orfanatos también son llevados en una dirección desconocida«.

También aparecieron las fotos de los carteles propagandísticos con las llamadas de migración al Lejano Oriente de Rusia. A la gente le prometen también dinero como ayuda, en el caso de que decidan ir allí. Según la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, después de pasar los campos de filtración, los ucranianos son enviados a áreas económicamente deprimidas de Rusia. Varias regiones del norte, incluida Sajalín, han sido nombradas como destino final. Quienes aceptan esto reciben documentos que les prohíben salir de las regiones rusas durante dos años.

La defensora del pueblo ucraniana, Lyudmyla Denisova, también informó que se está realizando una entrega forzosa de pasaportes rusos. El 10 de abril, Denisova dijo que «al intimidar a los más vulnerables: mujeres, personas con discapacidad y jubilados, el gobierno agresor recibió de ellos casi 14.000 solicitudes de ciudadanía rusa y ya ha emitido 12.000 pasaportes».